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A diferencia del tsunami, estas olas monstruosas no responden a una
causa conocida. Aparecen de la nada y pueden alcanzar hasta 40 metros de
altura e incluso hundir un barco. Un análisis matemático podría ayudar a
diseñar un sistema de alerta para embarcaciones.
Imagen de una ola de gran altura en alta mar - Foto UK Ministry of
Defence (Flickr)
Un petrolero se topa con una ola vagabunda
Si hay un fenómeno que puede hacer que un capitán dé un grito de terror
es el de las olas gigantes vagabundas. Durante muchos años se pensó que era
una leyenda de marineros, pero los sistemas de medición con boyas y los
casos registrados por grandes barcos en las últimas décadas han mostrado la
realidad del fenómeno con toda su crudeza.
Estas olas se producen en mitad del océano por la propia dinámica del
mar y en menos de un minuto pueden crecer hasta alturas de 40 metros y
desparecer al cabo de unos instantes. En 1995, una de estas olas dañó
seriamente una plataforma petrolífera del Mar del Norte y más reciente, en
2010, otra ola dejó varios heridos en un crucero por el Mediterráneo.
El equipo de Nail Akhmediev, de la Universidad Nacional Australiana,
acaba de publicar una serie de ecuaciones que pueden explicar el fenómeno y
anticiparse a la aparición de una de estas olas, aunque sea con escaso margen
de tiempo. "Un dispositivo en el mástil de un barco que analice la
superficie del mar quizá podría dar una alerta con un minuto de antelación de
que se está gestando una ola gigante", asegura Akhmediev. "Incluso
unos segundos serían suficientes para salvar vidas", añade.
Según sus cálculos, en cada momento se producen en el mundo unas 10 olas
de este tipo, y en ocasiones llegan hasta la costa provocando el efecto de un
mini-tsunami que arrasa lo que encuentra a su paso de forma
inesperada."Los datos recogidos por las boyas y satélites por todo el
mundo", asegura el investigador, "ya se están recogiendo y
analizando. Combinados con las observaciones del océano que rodea al barco,
podrían suministrar suficiente información para predecir la aparición de una
ola gigante".
El trabajo, publicado en la revista Proceedings of Royal Society A, se
basa en una solución especial de las ecuaciones no lineales de Schrodinger a
las que se añaden coordenadas de espacio y tiempo. Según sus autores, el
sistema sirve también para analizar otros fenómenos caóticos como la luz
viajando por la fibra óptica, el comportamiento de los átomos atrapados en un
condensado de Bose-Einstein o lo que sucede en la ionosfera. La intención de
Akhmediev es mejorar el sistema introduciendo la influencia del viento en la
producción de este tipo de olas.
Referencia: General
high-order rogue waves and their dynamics in the nonlinear Schrödinger equation
(Proceedings of Royal Society A) DOI: 10.1098/rspa.2011.0640
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