15 de junio de 2016

No todos los que se sientan a la mesa tripartita son comensales

Comentarios: La semana pasada el suplemento de Comercio Exterior de La Nación publico una extensa nota con el título: "Abrumados por los costos". Donde se volcó una larga lista de costos que atentarían con el valor del flete oceánico de cereales, y hasta tiene la referencia de una carga de soja a China. Justamente ese artículo comienza así: "En esto trabaja convencido el subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Jorge Metz. Convencido y apurado, porque dice que el Presidente le pidió "solucionar el tema" de los costos del comercio exterior (a él) antes de octubre." 

Esta semana el Periodista Emiliano Galli escribe de la intensión de reducir costos, pero en otro ámbito.

Este último artículo tiene varios conceptos, y voy a analizar algunos de ellos.


                                    ODFJELL: Empresa Naviera Noruega - 1914-2014
                                      Cuando saque esa foto, casi me cae una lágrima.

(1) ""Es esto o desaparece la flota argentina", espetó uno de los representantes de los armadores. "

La duda es si la frase es una amenaza o una preocupación. Siendo esta última la menos probable, en tanto los principales armadores son filiales de multinacionales y solo una empresa es genuinamente argentina.



(2) "Las urgencias son compartidas. Los gremios reclaman políticas preocupados por las fuentes laborales y las empresas porque quieren recuperar negocios...". 

Es cierto, los tripulantes siempre estamos pendientes de las condiciones económicas de los armadores, porque sin barcos no tenemos trabajo. 

Pero qué espacio quieren recuperar los armadores argentinos si ELLOS PROPICIARON LAS BDC DE LOS 90 Y TERMINARON DESAPARECIENDO DE LA BANDERA Y HASTA COMO EMPRESAS. En esa década se perdieron las flotas oceánicas, el rio, los puertos nacionales, todo se perdió y unos pocos sobrevivieron y se transformaron en BDC y a reclamar a Liberia, Panamá, Bahamas, Singapur, etc. Y por supuesto a navegar en esas condiciones. Una sola empresa petrolera mantuvo la bandera. Ahora amenazan con algo parecido.

Independiente de lo anterior es excelente que quieran crecer y los marinos mercantes los vamos a acompañar, porque es una profesión que se siente o se abandona, y sin que seamos especiales no es para cualquiera. 

(3) "El Gobierno, en tanto, es más nuevo en el tema: lleva seis meses en el poder..."
Es una verdad a medias, en tanto el Subsecretario tuvo una vida laboral como navegante o en gerencias armatoriales. La cuestión es si quienes tienen la sartén por el mango, pondrán de buena fe como lo dicen, todas las cartas sobre la mesa.

(4) " El Estado es quien más representantes debería tener en esa mesa..."
Totalmente de acuerdo y las preguntas serian: CUAL es el Plan del gobierno y QUE está dispuesto a resignar y a intervenir a través de sus diferentes organismos. 

(5) "¿Querrán los gremios "dialogar" sus francos? En poco más de 10 años la relación franco/día navegado pasó de 0,2 a 0,8."

Es verdad que en un poco mas de 10 años se paso del 0,2 al 0,8 de francos. Pero antes de esos 10 años no había marina mercante nacional y si había la ley de la jungla (excepto unas pocas empresas que mantuvieron el 1x1 y en mi caso en una empresa de un barco, tuve ese régimen) . Y es más, varios de los actuales armadores no existían. Pero además a nivel mundial casi toda la oficialidad de todos los países tienen un régimen de 1x1. Incluso en la Argentina de la década del 70, varios sectores fluviales ya lo tenían. Claro, si vamos a nivelar para abajo, siempre alguien peor.

(6) El ultimo párrafo merece ser leído y releído porque quizás ahí está la clave:
"... las asimetrías que afectan a la actividad tienen en el propio Estado al mayor de los responsables". Que más se puede agregar.

"... el gobierno anterior que se doctoró en subsidios a todo tipo de transporte, MENOS AL QUE VA POR AGUA". Sin partidizar el tema, si en las condiciones adversas anteriores los armadores crecieron casi exponencialmente, como ahora quieren corrernos con una crisis.

"... desde el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, hasta el de Trabajo, Jorge Triaca, hay ánimo de estudiar propuestas y emprender todas las acciones necesarias para impulsar la actividad...." FANTASTICO, pero la solución no pasa por mezclar el tema del flete oceánico con un flete cautivo local. Ni tampoco pasa por quitarnos derechos a cambio de planes no demostrables.

"... Toda la actividad, y su cadena de costos, impacta en el consumidor, por un lado, y en el productor, por el otro." 

Aun siendo una verdad de Perogrullo, es menester cada tanto tenerlo presente y más si se quiere elaborar un PLAN NACIONAL DE TRANSPORTE que no tenemos. Y que serviría para empezar a resolver los problemas en serio y tenemos los ejemplos de la Ley de la Marina Mercante de 1920 de EEUU, también conocida como la Ley Jones (Jones Act), o las múltiples normas de transporte europeo.

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Emiliano Galli
LA NACION
Martes 14 de junio de 2016
Si queda espacio para las buenas intenciones, ésta sería la mejor. El Estado, las empresas y los gremios de la actividad naviera acordaron crear una comisión tripartita para lograr "un urgente consenso" sobre cómo dotar de competitividad a la marina mercante argentina. "Es esto o desaparece la flota argentina", espetó uno de los representantes de los armadores. (1)

Las urgencias son compartidas. Los gremios reclaman políticas preocupados por las fuentes laborales y las empresas porque quieren recuperar negocios (2). El Gobierno, en tanto, es más nuevo en el tema: lleva seis meses en el poder pero Macri les bajó línea a su gente para que solucionen la falta de competitividad del sector antes de octubre (3).

El Estado es quien más representantes debería tener en esa mesa: desde la AFIP y su política tributaria hasta Energía por el costo del combustible naval pasando por Prefectura y la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables para analizar, a fondo, si no hay alguna normativa por ahí colgada que inocentemente bloquea el libre fluir de los negocios (4).

Todos debieran sincerarse respecto de por qué la flota argentina es la más costosa en la región. Todos deberán hacer concesiones.

Si a las empresas les piden, de manera histérica ya, que bajen sus costos, ellas probablemente respondan con numerosas tablas de los principales componentes de costos comparadas con las de terceras flotas regionales. Allí saltarán diferenciales de combustible, de impuestos a las ganancias y los ingresos brutos, y de dotación de embarcados (aquí su argumento será el clásico que dice que los gremios "trabajan 5 meses y cobran 13").

¿Querrán los gremios "dialogar" sus francos? En poco más de 10 años la relación franco/día navegado pasó de 0,2 a 0,8. (5)

¿Querrá el Estado marcar la diferencia con este sector y tomar las decisiones que reclaman? Porque, si de competitividad se trata, las asimetrías que afectan a la actividad tienen en el propio Estado al mayor de los responsables. Y tampoco hay que "diferenciar" demasiado: de eso ya se encargó, y lo suficiente, el gobierno anterior que se doctoró en subsidios a todo tipo de transporte, menos al que va por agua. Dicen los actores que desde el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, hasta el de Trabajo, Jorge Triaca, hay ánimo de estudiar propuestas y emprender todas las acciones necesarias para impulsar la actividad. Toda la actividad, y su cadena de costos, impacta en el consumidor, por un lado, y en el productor, por el otro. (6)

Al final del día, sobre la mesa naviera estarán puestos los platos de las buenas intenciones. Los comensales esperarán su proteica ración de decisión política. Alguien deberá servir.


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