3 de agosto de 2012

Desfibrilador. Equipo imprescindible a bordo.


La posibilidad de tener a bordo un desfibrilador, ¿es una idea utópica o es posible llevarla a la práctica?.

Ese aparato es la diferencia entre la posibilidad de vida y la muerte.

Sobran las palabras en justificar tener a bordo un equipo.

También sobran las palabras para aquella empresa Armadora que lo proveyó, felicitaciones.
Pero me pregunto en cuantos de nuestros buques están.

Por año,  cientos de miles de victimas sufren un paro cardiaco, muchas de ellas sin tener síntomas previos, y menos del 5% consigue sobrevivir debido a que los servicios médicos de urgencia no llegan a tiempo.


El paro cardiaco se produce por un cortocircuito del sistema eléctrico del corazón, causando un ritmo 
anómalo denominado fibrilación.

La resucitación cardiopulmonar puede ayudar,  pero por si sola no salva vidas. Para restaurar el ritmo normal hace falta aplicar una descarga eléctrica con un desfibrilador.

Su costo es de u$s 4.200.

Para lograr sobrevivir a un paro cardíaco, es necesario suministrar la descarga eléctrica en los 5 minutos 
siguientes de producirse el colapso.

Este aparato pesa, más-menos 1,5 kg. Es pequeño y ligero,  pudiéndolo transportar fácilmente a cualquier lugar. Es tan simple de usar que cualquiera que reciba información básica puede salvar la vida de un compañero.

El desfibrilador guía al operador mediante instrucciones en voz alta y clara, no solo para realizar  la descarga, si corresponde,  sino que también en la resucitación cardiopulmonar.
Los electrodos colocados en la piel desnuda, hasta mojada con agua de mar, transmiten la información e 
indica que hacer y habilita la descarga.

Funciona con una batería, segura y de larga duración.
Realiza diaria, semanal y mensualmente comprobaciones automáticas del estado del equipo. Es libre de 
mantenimiento.

Con solo una vida que se salve esta mas que amortizado.

Saludos.
Claudio Cardinali.



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