Por Claudio Cardinali.
En
una nota, tiempo atrás, hablamos del Reconocimiento de Embarcos que emite la
PNA para utilizarlo de corresponder.
Creo
que al tema en sí no se le da la importancia que tiene hasta que llega el
momento en que por diferentes causas, lo
solicita la ANSES o el propio interesado hace el trámite.
El
no tenerlos para realizar cualquiera trámite ante la ANSES es por si un
problema más que le damos a la UDAI para
dictar la Resolución que fuera, dado que con la Libreta o Cédula nosotros
demostramos el tiempo efectivo laborado. De allí se desprende también que un
mal asiento en el embarco o desembarco ocasiona la nulidad o pedido de informe
ante la PNA de los asientos dudosos.
Ahora
bien, todos sabemos de la obligación que tiene el buque y el armador de
entregar los libros que fueron rubricados por PNA para su “correspondiente
archivo”, entre otros está el que en este caso nos interesa: el Libro de Rol.
Pero
la realidad es que, entre las veces en
que no se entregan, mas las veces en que se entregaron y los mismos están
dañados por “el paso del tiempo”, dan como resultado la no información que se
precisa. Este resultado da la anulación de los días que no se pueden demostrar (y que nosotros
sabemos que son reales, que estuvimos embarcados, que ”no son truchos”).
Recordemos
que esos días y sus sumas se transforman en meses y estos en años, y que cuando
estamos en estos trámites vamos a lamentar no tenerlos, porque además hablamos
de dinero que desaparece.
Como
ninguno está exento de esta mala fortuna, además de tomar la precaución de
verificar que esos asientos sean
legibles, pienso que se podría también proponer que nuestros Sindicatos, además
de la propaganda, por ejemplo
gestionaran ante la PNA alguna medida
para evitar que esto suceda. O tal vez algo más simple y rápido sería que se le
exigiera a los Armadores y estos al Capitán que realicen por medio de la Agencia
Marítima una constancia individual por el embarco y desembarco de cada
tripulante que será firmada por la PNA junto a la Libreta o Cedula en ocasión
del desembarco, estas constancias las guardaremos, y en ocasión de
necesitarlas, simplemente las presentamos.
Algunos
dirán que al ser de interés personal del tripulante él lo debería hacer, otros
dirán que es un tema de PNA dado que el archivo funciona o que al estar
informatizado los embarcos esto está solucionado y etc.
Al
escuchar estos “argumentos” sin sustento
siempre me parecieron, llamémosle, “curiosos”, dado que es un bien para
todos los tripulantes (del Capitán para
abajo).
Pues
bien, más allá de lo que se diga, la
realidad es que las libretas perdidas o los asientos ilegibles son un problema
a veces sin solución y lo digo desde el conocimiento cotidiano de estos
trámites y de ver las resoluciones emitidas por la ANSES donde, o no toman estos “dudosos” asientos o piden el Reconocimiento de embarco a la PNA y
allí son más los embarcos que no se reconocen que los reconocidos.
Se
dice que el problema no existe si tenemos al menos una solución, y les recuerdo que un problema menos a la
ANSES se transforma en unos pesos más de jubilación.
El
desconocimiento de esto y otros “tips” hace que no cobres hoy lo que te
corresponde y tal vez te paguen con
descuentos mañana cuando ganas la demanda judicial.
Saludos,
Claudio Cardinali.-
Muy buen comentario. Es la Realidad Cotidiana de los que Tramitan. Saludos.
ResponderEliminarGracias Cesar por el comentario. Nos conocemos?. Saludos, Eduardo Canon
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