7 de abril de 2014

B/M CÓRDOBA. Guerra de Malvinas

Comentario. Capítulo 12 del Buque CÓRDOBA en el conflicto por Malvinas, del libro de Jorge Muñoz “Misión cumplida”.

========================

    Pese al empeño y voluntad manifiesta de sus tripulantes, la motonave Córdoba de la Empresa Líneas Marítimas Argentinas, ELMA, cargada con elementos logísticos y pertrechos de guerra destinados a Malvinas durante el conflicto,  no logró llegar a destino.

       Una serie de circunstancias, mezcla de errores, tensiones, contraórdenes y un desafortunado atraque en Puerto Deseado,  motivaron que, pese a haberse dispuesto, en reiteradas oportunidades, que su derrota fuera las islas Malvinas, tal decisión nunca llegó a concretarse integralmente.
  


El Córdoba, al igual que muchos otros barcos argentinos que debieron desplazarse por las aguas del Atlántico Sur, adyacentes a la zona patagónica, en razón de la imposibilidad de navegar pegados a la costa donde debían sortear peligrosas salientes y restingas, obligadamente tuvo que salir mar adentro y dejar atrás, largamente,  las 12 millas de nuestro margen litoral, donde supuestamente hubiera encontrado algo de protección contra las acechanzas del enemigo, especialmente la amenaza submarina.. Para comprender mejor esta situación es necesario tener en cuenta que en los primeros días de mayo de 1982, Gran Bretaña había endurecido su posición contra la Argentina extendiendo la zona de guerra para llevarla a 12 millas de nuestra costa atlántica. En esa oportunidad, Londres, advirtió a la Junta Militar que cualquier navío o avión que se encontrara más allá de ese límite, sería considerado hostil y consiguientemente correría el albur de ser atacado.
 
De hecho, los ataques por parte de las fuerzas británicas a dos naves argentinas los días 2 y 3 de mayo, el Crucero ARA Gral. Belgrano y el Aviso ARA Alférez Sobral,- el primero navegando fuera de la Zona de Exclusión Marítima (ZEM) dictada unilateralmente por los británicos y el segundo en misión de salvamento, dentro de la ZEM,  confirmaron que las amenazas no eran en vano y que todo aquello que se moviera o flotara en las cercanías de nuestro litoral marítimo, correría grave riesgo. Esa estrecha franja de 22 kilómetros desde nuestras costas se transformó en una virtual línea de bloqueo que tuvo que ser superada con coraje y pericia por todos aquellos marinos que tuvieron que desplazarse para el cumplimiento de sus misiones. Pero más allá de  las causas que pudieron haber impedido la llegada del Córdoba a Malvinas, cabe mencionar que sus consecuencias se hicieron notar y pese a que parte de la carga fue envía por modo aéreo a las islas, no sería aventurado conjeturar que la integralidad de los elementos bélicos que portaba, sí bien, por si solos, no podrían haber llegado a cambiar el curso de la batalla, al menos, pudieron haber contribuido a sostener con mayor solidez el desesperado esfuerzo de nuestras tropas por contener el avance enemigo
      
La motonave ELMA “Córdoba” estuvo afectada a la línea Norte de Europa y Reino Unido. El viaje anterior al comienzo de la guerra, había efectuado un viaje “relámpago” a Europa tocando los puertos de Le Havre, Liverpool, Birken Head y al retornar tocando Bilbao, cargaron bombas con destino a Buenos Aires, donde arribaron el 20 de marzo.

       En el puerto porteño se descargaron las bombas y se comenzó a cargar para el próximo viaje que también sería hacia Mar del Norte, específicamente Hamburgo donde debían llevar 1.500 toneladas de aceite vegetal, pero como tenían que ir a completar carga a Puerto Madryn, le incorporaron en bodega 2.500 toneladas de caño sin costura para Punta Arenas. 
           El  Córdoba zarpó del Puerto de Buenos Aires con destino al puerto de Mar del Plata, al mando del Capitán de Ultramar, Armando Luis Di Fiore, el día 8 de abril con 40 tripulantes y 12 pasajeros militares, entre ellos el Teniente Fernando Molinari.

       Llevaba además en sus bodegas materiales y armamentos para la Fuerza Aérea y Ejército: 231 planchas de aluminio para completar una pista de aterrizaje; camiones aguateros; combustible para aviones; gasoil; minas; municiones; vehículos blindados; cañones y muchos contenedores con raciones “A” y “B”.  Su primera escala prevista, se concretó al día siguiente en el Puerto de Mar del Plata donde arribaron con un práctico a bordo para evitar el uso de la radio. En el muelle de la Base de Submarinos embarcaron material de artillería antiaérea proveniente de la guarnición local, el Grupo de Artillería 601 de Ejército: cañones, radares, un equipo electrógeno y un sistema disparador de misiles Roland, con su correspondiente carga. Acompañando este material se embarcaron algunos efectivos de Ejercito, como así también lo hicieron un oficial de la Base de Submarinos y un suboficial de comunicaciones de la Armada, aunque estos con distinta misión. De acuerdo a órdenes recibidas en la sede de la Armada el viaje debía efectuarse con total silencio de radio.

       Luego de una cierta demora, al decidirse la remoción de cinco contenedores perteneciente a la Armada para poder ingresar las piezas de artillería de Ejército, el Comando Naval del Puerto ordenó la zarpada del barco, cosa que ocurrió en la madrugada del día 11.

       El carguero navegó con destino a Puerto Rivero (Puerto Argentino) aunque, según el libro de Rol, quedó asentado hacia Puerto Deseado. Ello tiene una explicación. A las 4 de la tarde el Jefe de Radio Rodolfo F. Tahoces escuchó por la radio que en una comunicación del buque Cincel, que volvía de Malvinas con destino a Buenos Aires, desde la Radio de ELMA (Boca Radio/LSA) le pedían que tratara de comunicarse, ya sea por la frecuencia  internacional de socorro, en VHF o por el canal 16, con el Córdoba para que éste se comunicara urgentemente con la radio de la Armada, LOL. Informado el capitán Di Fiore de dichos llamados ordenó romper el silencio de radio y se estableció contacto con la radio de la Armada, la cual contestó con un mensaje cifrado. Al descifrar el radiomensaje mediante una tabla criptográfica de ELMA se supo que el mismo decía: “TOMAR DESEADO STOP ESPERAR INSTRUCCIONES STOP”. Como Para ese momento ya habían pasado por la línea de Deseado tuvieron que volver hacia el norte Al arribar ese día a la hora 17,30 es cuando se produce el primer accidente que impide una pronta reanudación de la navegación, demorando considerablemente un nuevo intento de salida. Efectivamente, de acuerdo al sumario administrativo instruido por la Subprefectura de Puerto Deseado, se estableció que el buque Córdoba, en circunstancias que maniobraba para atracar, embistió el muelle fiscal produciéndole algunos daños. A raíz de la colisión, la nave sufrió un rumbo de 2mts. en el bulbo de proa que le impidió, momentáneamente, una normal navegación.

       De las constancias reunidas se arribó a la conclusión que:”la embestida del buque “Córdoba” al muelle de Puerto Deseado, se debió a un error de maniobra motivado por las circunstancias de gran tensión en que se efectuaba el amarre, debido a las características especiales de la carga transportada y la celeridad que se le imprimía a la ejecución de la misma”. Posteriormente, con fecha 24 de agosto de ese mismo año, el Prefecto Nacional Naval, Contralmirante, Salvio Olegario Menéndez, dispuso sobreseer en las actuaciones al Capitán Di Fiore, de conformidad con las causales señaladas.

       A partir del establecimiento del bloqueo británico, las autoridades militares reconsideraron la situación y decidieron suspender momentáneamente el cruce de los barcos mercantes al archipiélago. Ello involucró al Córdoba el que luego de dos días de controvertidas órdenes, durante los cuales se trataba de fijar prioridades y se analizaba la posibilidad del traslado de su carga crítica por medios aéreos, se decidió descargar todo el material bélico y el buque fue derivado a fondear en la entrada del puerto de Deseado.

       El día 17, media hora antes de la medianoche, el mercante que había permanecido por dos días fondeado en la rada volvió a atracar en el muelle de Deseado a las 23,30, donde por orden del Comité Militar debía completar los niveles de abastecimiento antes del día 25, es decir debía volver a cargarse el Córdoba con los mismos materiales desembarcados. La fecha de zarpada se fijó para el día 24 a las 08.00 pero fue modificada para el 25 a las 12.00 y luego para el 26 a las 03.00. Finalmente el día 26 a las 21,30 se anuló la zarpada y se ordenó descargar-de material militar- el Córdoba, maniobra que finalizó dos días después. De allí se fijaron prioridades para el traslado de parte de la carga por modo aire a Malvinas. Tres días después el barco zarpó y aunque el libro de rol no marcaba su destino, se dirigió, sin pasajeros, a Punta Arenas, en la República de Chile, donde arribó el día 1 de mayo y procedió a la descarga las 2500 toneladas de caños de acero, que se hallaban estibadas en sus bodegas.

       Cumplida la descarga el Córdoba partió el día 6 de mayo, a la hora 16:00, del puerto chileno con destino a Deseado, donde llegó el día 9 a la hora 15:45.
       Al día siguiente, y con objeto de relevar al capitán Di Fiore, a quién se lo da como desembarcado ese día, embarcó el Capitán de Ultramar, Jorge Horacio Malvich, quién tenía 24 años de servicio en la empresa ELMA y llevaba 10 como Capitán.

       Pese a que los movimientos que se detallan a continuación no están consignados en el libro de Rol de Navegación, según  el capitán Malvich, cinco días después de haber tomado el mando, con carga de material bélico y 12 pasajeros, el Córdoba zarpó con destino a Malvinas. Antes de partir el mencionado capitán dice haber recibido de parte de las autoridades Navales un sobre cerrado con rótulo de secreto, destinado a ser entregado al capitán del pesquero, María Alejandra, con el cual supuestamente debería tener un encuentro en un punto prefijado cercano a las islas.


       Cuando, según ese relato, el barco habría cumplido una apreciable cantidad de millas en su derrota, Malvich, manifiestó haber recibido órdenes por radio para que regresara a Puerto Deseado. Una vez allí, se habría dispuesto la desafección definitiva del Córdoba para toda otra operación auxiliar, procediéndose a la descarga de todo el material bélico embarcado. Según la constancia oficial el buque partió de Puerto Deseado el día 20 de mayo a la hora 09,15 rumbos a Buenos Aires para continuar con sus tareas habituales.

1 comentario:

  1. Excusas! El Buque Córdoba terminó su derrotero en Puerto Deseado porque el Capitán se negó SISTEMÁTICAMENTE a ir a Malvinas por el bloqueo impuesto por los británicos, por lo que decidió "chocar" el buque contra el muelle y lo averió, no pudiendo navegar.
    Tuvimos que ir a Puerto Deseado a descargar nuestro material (del GADA 601), y trasladarlos por tierra para luego llevarlos a Malvinas por Hércules.-
    Hoy, todos sus tripulantes son Veteranos de Guerra sin haber escuchado un cohete y, además, TODOS tiene Síndrome Postraumático de Guerra.-
    Memoria señores...MEMORIA.-
    Soy el Sargento 1ro (R) VGM Mario Giurca

    ResponderEliminar