Comentarios:
Respecto al DNU que amenaza con desregularizar la Marina Mercante. Por favor no nos quedemos con, el se podría haber hecho algo más. Es hora de tomar acciones y hacer todo lo posible dentro de las reglas.
Lo más importante defender la bandera, nuestras fuentes y condiciones laborales. ¿Hacemos lo suficiente?
¿Estamos tomando las medidas necesarias para defender nuestros derechos y futuro laboral?
================
Texto del Cronista Transport-cargo:
Un estudio elaborado por el Centro de Economía Política Argentina crítica el proyecto de elaborado por el ministerio que conduce Federico Sturzenegger. Como el 95% del comercio exterior argentino se mueve por agua el país gasta cerca de u$s 5.000 millones anuales en fletes.
Imagen copiado del Cronista Transport Cargo
"Mientras los países centrales, cierran sus economías y defienden su soberanía logística, fortaleciendo su marina mercante y su industria naval nuestro país establece normas en sentido contrario".
Con esta frase, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) dejó clara su postura respecto al proyecto para desregular la marina mercante elaborado por el ministerio que conduce Federico Sturzenegger.
En una reseña publicada por Informe Marítimo, el CEPA reconoció el enorme potencial argentino en esa materia.
"Argentina llegó a contar con una de las flotas mercantes más importantes del mundo, con más de 60 embarcaciones operadas exclusivamente por la Empresa Líneas Marítimas Argentinas (E.L.M.A.). Sin embargo, como resultado de las políticas implementadas en los años 90, hoy el país no posee ningún buque propio que participe del comercio internacional", reza el informe.
El impacto sobre el empleo también fue significativo: durante esa década se perdieron alrededor de 30.000 puestos de trabajo en el sector, y sobrevivió apenas el 10 % de los astilleros que funcionaban en el país.
"En 1999, se inició un cambio en esta situación al derogar el régimen que permitía el alquiler de buques extranjeros para el cabotaje nacional. Luego, en 2004, se promulgó el Decreto Nº 1.010, que dejó sin efecto el decreto 1772 y generó las condiciones para que la flota mercante vuelva a tener bandera argentina. Además, estableció un plazo para la promulgación de una Ley de Marina Mercante e Industria Naval destinada a aumentar la capacidad de la flota nacional y mejorar las condiciones del sector mediante medidas fiscales específicas" resaltó el informe.
El proyecto elaborado por el equipo de Sturzenegger, detalla los contenidos desregulatorios del DNU promovido por el Gobierno Nacional, y sus puntos principales:
- La medida desregula el transporte marítimo: establece que el tránsito, comunicación y comercio serán practicados por buques bajo registro argentino o extranjero y con tripulantes argentinos o extranjeros.
- Permite que propietarios y/o armadores soliciten el "cese de bandera provisorio" de los buques y artefactos navales para inscribirlas en registros extranjeros ... Esto es la virtual derogación de la "ley de cabotaje" e implica la desaparición de lo que queda de la flota mercante argentina.
- Elimina la obligatoriedad de contratar empresas y tripulantes locales.
- Declara como servicio esencial a la navegación por agua marítima y/o fluvial destinada al transporte comercial, de pasajeros, de carga, servicios conexos, operaciones costa afuera y la pesca. Esto implica que se deberá garantizar un porcentaje mínimo de operatividad en caso de huelga o conflicto laboral.
La declaración de servicios esenciales con mantenimiento de actividad entre el 50 y el 75%, implica anular el derecho de huelga.
- Deroga los Convenios Colectivos de Trabajo. Prohíbe la legislación laboral Argentina. En su artículo 12 el proyecto prevé que "... los nuevos contratos de ajuste deberán aplicarse con expresa exclusión de los regímenes laborales bajo la matrícula nacional". Además, los trabajadores pierden su coeficiente de francos.
Despidos en masa
"Esto implica la pérdida de por lo menos 3.000 puestos de trabajo. Al Poder Ejecutivo parece no interesarle el diálogo con los actores del sector. Por ejemplo, el Sindicato de Conductores y Motoristas Navales de la República Argentina (SICONARA), está dispuesto a dialogar y actualizar los convenios colectivos de trabajo", señaló el estudio.
Asimismo, desde el CEPA destacaron que "se pretende desvincular al personal, para que pasen a un nuevo registro, con una indemnización de 10 días de salario básico, o 10 años de licencia sin goce de sueldo. Esto implica una pérdida de la presencia argentina sobre sus ríos y sus mares, impactando negativamente en el control de nuestra soberanía e independencia económica".
El CEPA también abordó el ángulo legal que habilita al gobierno a emitir esta normativo al considerar que en materia jurídica existen tres requisitos constitucionales para el dictado de un DNU:
Que circunstancias excepcionales hagan imposible el trámite legislativo.
Que medien razones de necesidad y urgencia.
Que no se regulan determinadas materias.
Y concluyó en que, con el congreso en pleno funcionamiento, no existen razones para la emisión de este DNU.
Un modelo distinto es posible
"El mantenimiento de una flota mercante de bandera nacional, tripulada por argentinos, es fundamental para el país, considerando que el 95% del comercio exterior argentino se transporta por vía marítima. Contar con este recurso propio permite asegurar, al menos, la cobertura de los servicios esenciales que la nación necesita", rescató el estudio de CEPA. Y agregó que, además, tiene un impacto económico directo. Argentina gasta cerca de u$s 5.000 millones anuales en fletes.
Recuperar una flota nacional permitiría ahorrar una porción significativa de esas divisas, fortaleciendo nuestra balanza de pagos.
Argentina debe impulsar un modelo distinto al de la desregulación y fortalecer el rol de la marina mercante nacional como herramienta estratégica para la soberanía. La presencia activa de buques de bandera argentina en los servicios fundamentales permitiría recuperar el control de nuestra logística, generar empleo industrial y garantizar autonomía en un mundo cada vez más fragmentado y en disputa.
Este fortalecimiento debe ir acompañado del desarrollo de la industria naval. Según el Registro de Empresas de la Prefectura Naval Argentina, actualmente existen 338 firmas vinculadas al sector, entre astilleros, talleres navales y otros establecimientos. En su época de oro, durante los años 60, la industria llegó a emplear a más de 100.000 personas. Hoy emplea cerca de 10.000, pero cuenta con el potencial para ser nuevamente un motor de desarrollo industrial.
"Reconstruir una marina mercante nacional no es solo una política sectorial, es una apuesta por una Argentina con más soberanía, más trabajo y mayor integración territorial", aseguraron desde CEPA.
Con este sombrío panorama ¿vas a seguir mirando para otro lado? ¿Queres volver a la década del 90?
No hay comentarios:
Publicar un comentario