20 de septiembre de 2014

Los mapas secretos de Francis Drake

Publicado por Andrea Zucas el may 19, 2014

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Cuando más conocemos la historia menos deberían sorprendernos las acciones de algunos países.

Es interesante saber que los primeros piratas ingleses eran nobles o podían ser incorporados a la nobleza si sus fechorías superaban ciertos límites.

Fue lo que sucedió en el caso de Drake, pero como además aprovechó su viaje de circunvalación para hacer relevamientos cartográficos, entonces lo evaluaron como una de las grandes hazañas de la época. Su trabajo de pirata quizás lo consideraban como un “efecto colateral beneficioso”.

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Se puede decir que la historia de la piratería transcurre paralela a la historia de la navegación. Allí donde hubo barcos cargados de mercancías surgieron piratas dispuestos a tomarlos por la fuerza. Desde Polícrates, que en tiempos de la antigua Grecia fue uno de los más famosos, hasta la actualidad, donde aún existen los cazatesoros. Siempre hubo quienes fueron en búsqueda de tesoros ajenos. Quienes despertasen el terror en los mares y costas, en búsqueda del botín. Barcos y costas en los puntos de mira. Los mapas de los tesoros, estrategias y expediciones  estaban en manos de los más peligrosos y para más clase incluso, una tradición vikinga, que algunos adoptaban, tenía por costumbre llevar a un poeta a bordo, que cubría de emoción el relato de todas las hazañas de los “reyes del mar”. Tesoros, mapas, relatos… de piratas y corsarios hoy hablamos de Drake. Sir Francis Drake.


“Ninguna paz al otro lado de la línea”. De carácter fuerte, no solía tener piedad. Su astucia le llevó a la fama, valiente caballero para su nación y lo opuesto para España. 

Tras la famosa bula del papa Alejandro VI en 1493, las demás naciones, no tardaron en reaccionar. En realidad, la primera nación fue Francia, Francisco I protestó: “Quisiera ver el testamento de Adán por el que se me excluye a mí de esa parte del mundo”. Estimuló a los armadores particulares y hacia 1537, la zona del Caribe estaba infestada de piratas franceses.

Inglaterra, les otorgaba  una patente de corso y bajo la protección de la reina Elizabeth aparecieron los primeros piratas en el Caribe. La mayoría eran Nobles y si no lo eran y cometían una buena y rentable hazaña, eran  incentivados dándole la entrada a la Nobleza. Así  fue con Sir Francis Drake. Las tenía todas consigo. Esta famosa “Letter of Marque”, era una patente de límites muy ambiguos, daba un amplio juego de acción a los capitanes, pues  los fines justificaban todos los medios. Sus objetivos eran muy claros. De proa a los galeones españoles y portugueses que transportaban los botines más preciados. También las colonias establecidas en América, serían los puntos a “explorar”.

Aun así, cuando los buques no formaban parte de alguna expedición, de igual modo hacían valer su permiso real y saqueaban  todo aquello que  encontrasen. Solo que el botín lo repartían entre los navegantes de turno.

Tanto era así, que en las crónicas de la época les llamaban: “los perros salvajes del mar” y hubo cazadores de piratas. Hubo lugares tan castigados por su “plaga” que se crearon organizaciones en la caza de piratas, pues llegó a significar una actividad muy lucrativa en la venta de esclavos, debiendo incluso entregar los quintos del rey.

Poseedores de una personalidad muy extraña estos piratas que llevaban consigo en sus tradiciones ancestrales, todo tipo de códigos que les identificaba. Talismanes, trofeos, vestimentas y simbologías. Aunque  lo más curioso: supersticiones, tales como que si un gato negro merodeaba el barco, ni el capitán más peligroso y malvado, era capaz de embarcar a su tripulación.

Drake era uno de los tantos corsarios que se hacía presente en el mar. Junto con el marino mercante inglés William Hawkins y su hijo John, comercializaban con esclavos.  Asistidos por armadores de Londres y Bristol, John organizó un traslado en una pequeña negrera en 1567.  Llevaba como segundo de a bordo a Drake. Cuenta la historia que, en aquel viaje tuvieron que refugiarse en San Juan de Ulúa perseguidos por los españoles. De allí en adelante tantas fueron las luchas navales que culminaron con la ruptura diplomática entre Felipe II de España e Isabel I de Inglaterra.

Nuestro personaje, era un comerciante de esclavos, corsario, explorador, político y vicealmirante de la Marina Real Británica (1543, 1596). Su vida fue un intenso devenir de expediciones. La más notable, su circunnavegación de la tierra, la segunda después de Magallanes- El Cano. Los cartógrafos de la época esperaban su regreso.

Sabemos que Zarpó de Plymouth el 13 de diciembre 1577. El escuadrón se componía de cinco buques,  el Pelícano, la propia nave de Drake, rebautizada como Golden Hind en el viaje, el 20 de agosto 1578; Elizabeth, comandada por John Winter, más tres buques de menor tamaño  el Marigold, Cisne, y Benedicto. Sólo un barco, el Golden Hind, conocido por sus brillantes colores y por sus banderas y estandartes, (era un barco rápido que se maniobraba con mucha facilidad y de ese modo esquivaba con velocidad el fuego enemigo. Lo manejaban 90 hombres, tenía 14 cañones por banda y pesaba sólo 240 toneladas), hizo el viaje completo, regresando el 26 de septiembre de 1580, “muy ricamente cargado de oro, plata, perlas y piedras preciosas”.

Fue una expedición intensa  en cada tramo de la travesía. El piloto y comerciante portugués Nunho da Silva, que era capaz de pilotar a Drake a través del  Atlántico Sur y a lo largo de la costa de Brasil, fue capturado en las islas de Cabo Verde, el 30 de enero de 1578. Todo estaba pensado. Salvó su vida, el 13 de abril 1579 fue liberado en Huatulco en Centroamérica, y el pobre como si fuese poco, interrogado por las autoridades civiles mexicanas además de la Inquisición, que intervino para indagar si había asistido voluntariamente a cualquiera de los servicios religiosos protestantes, que se celebraron a bordo todos los días.

Durante la expedición, iban sucediéndose saqueos y todo aquello que creyeron necesario para guiarse y navegar a destino. En 1578, cuando el pirata inglés Francis Drake, recorrió la zona y cruzó el estrecho de Magallanes  asaltando varios puertos españoles del Pacífico, Pedro Sarmiento de Gamboa, fue comisionado para fortificar ambas márgenes del estrecho y, de este modo, clausurarlo a  la navegación inglesa. Luego un marino corsario amigo de Drake, el pirata inglés Cavendish, cruzó el estrecho en 1587 después de haber recalado en Puerto Deseadonombre que proviene de su nave Desire-, rebautizó a la colonia Real Felipe, fundada por Sarmiento de Gamboa cerca de la actual Punta Arenas, como “Puerto Hambre.”

Uno de los dos descubrimientos geográficos de importancia en la circunnavegación de Drake fue el de la naturaleza insular de Tierra del Fuego, (aunque unos cuantos años antes, el barco San Lesmes de la expedición de García Jofre de Loaísa, a fines de 1526 al mando de Francisco de Hoces, luego de que una tormenta los apartara de la boca oriental del estrecho de Magallanes descubre que la “Tierra Australis” se trataba de una isla).Lo cierto es que él no alcanzó el Cabo de Hornos.

Como era habitual promocionar sus logros, este descubrimiento fue expresado públicamente a través del arte, en un medallón de plata holandés, realizado  alrededor de 1581, conocido entonces como el mapa de plata del mundo, y hoy puede ser visto en el Museo Británico.

El otro descubrimiento fue el de la Alta California, allí fundó un puerto cuya localización fue mantenida en secreto para la inteligencia española.

El  barco que resultó ser el botín más rico de la travesía, fue  Nuestra Señora de la Concepción capturada cerca de Lima, que venía desde Manila cargada con 80 libras de oro.

De resultado positivo para la corona Inglesa, que además se hizo propios muchos de los descubrimientos que ya habían hecho los españoles. Digamos que a sus arcas, de balance positivo, y tanto que mereció el honor de su entrada a la nobleza, en una ceremonia celebrada a bordo de su barco, el Golden Hind, atracado en el puerto de Deptford, fue armado caballero por Isabel I de Inglaterra. En su escudo de armas acuñó la leyenda “Sic parvis magna”. A partir de allí, Sir Francis Drake, con todos los honores para su nación.

Entregó a la reina su propio diario del viaje, con su narrativa, dibujos y pinturas. Elizabeth ordenó la prohibición de la publicación de los detalles de su viaje, por temor a la reacción de España.

Sus cartas y diarios originales finalmente desaparecieron. Se le ordenó guardar silencio sobre su viaje a causa del descontento diplomático que causaría las noticias de su intromisión armada en los dominios del rey de España Felipe II, ya que Inglaterra y España estaban teóricamente en paz. Sus hombres juraron el secreto y solo así  podrían aspirar a obtener  su parte del botín.

Los geógrafos de la época debían ingeniarse para conseguir información. Los mapas del Sir Francis Drake, los cartógrafos contemporáneos más conocidos, querían atribuirse la exclusiva de cartografiar la famosa circunnavegación… los relatos de todas sus “hazañas” dibujados al detalle. Lo tenían difícil, los trasfondos y especulaciones en el “mundillo cartográfico” de ese momento se basaban en datos no oficiales, luego de un largo silencio que se prolongó durante treinta y dos años después de su muerte hasta que Hakluyt publicó su relato “Famous Voyage” en 1628, solo se conocía, una obra que poco decía de geografías, pues era una  alabanza dirigida a Francis Drake por su viaje alrededor del mundo de  Nicholas Breton editada en 1581.Contemporáneo de William Shakespeare (1564-1616), que fue un poeta y escritor de ficción en prosa.

El relato de Hakluyt, es una recopilación de varias fuentes, la más importante es la revista de Francis Fletcher,  el primer relato detallado del “famoso viaje”. A bordo del Golden Hind,  Fletcher había sido severamente disciplinado por Drake con lo cual… nos ha dejado un escrito muy rico en todas sus descripciones acerca de la expedición.

Por supuesto a nuestro corsario le encantaba hacer impresos de  publicidad de los descubrimientos oficiales que había hecho, estaba claro que debían dar algún discurso del viaje. Aunque despertaba las sospechas de los cartógrafos, que intentaban sacar sus conclusiones.

La especulación de uno de los más destacados de la época, Gerardo Mercator acerca de circunnavegación de Drake, es por demás interesante. Lo expresa en una carta escrita sólo diez semanas después de la llegada a Plymouth del Golden Hind. Enviada a su amigo y colaborador Abraham Ortelius, un brillante editor de mapas, muchos de los cuales probablemente Drake utilizó durante su viaje.

“[…] ha conseguido lo que han querido durante mucho tiempo acerca de China, en segundo lugar, debido a la expedición de la nueva travesía del Inglés, en la que usted me había enviado previamente un informe. Estoy convencido de que no puede haber ninguna razón para ocultar con tanto cuidado la trayectoria seguida durante este viaje, ni para la extinción de las diferentes cuentas de la ruta tomada y las áreas visitadas, con excepción de que deben haber encontrado regiones muy ricas nunca todavía descubiertas por los europeos, ni siquiera por aquellos que han navegado por el océano en las travesías de las Indias. Ese enorme tesoro en plata y piedras preciosas que se pretenden se aseguraron mediante el saqueo es, en todo caso, un argumento para lo que yo sospecho: creo que esa flota no ha vuelto por cualquier vía, sino una a través del norte y oeste de Asia, por ese estrecho que rodea la parte norte de América dentro de sólo unos pocos grados en un gran círculo hacia el oeste desde Groenlandia, que Frobisher exploró, parcialmente oculta por muchas rocas. Sospecho que pueden tener un acuerdo  con la compañía Rusa, cierto marinero experimentado, Artur Pett le dieron órdenes para navegar las costas del Norte de Asia, incluso más allá de Tabín. Puede que Drake y Pett sigan la ruta. Por lo tanto, Drake no hubiera intentado su regreso de Asia tan cargado de tesoros. Para su vuelta hacia el oeste sería mucho más corto […] He consultado la viabilidad de la ruta del Noroeste al geógrafo John Dee. Mantenga usted mi confianza. Adiós, más distinguido y querido de los hombres: de Duisburg, 12 de diciembre 1580.”

Esta carta muestra que el viaje de Drake era un asunto de viva preocupación para los cartógrafos contemporáneos. Las conjeturas de toda índole que circularon de trasfondo en la búsqueda de información, se tornaban interesantes al recrear lo sucedido.

Más adelante se editaron algunos informes y mapas referentes a sus viajes. Así circularon algunas imágenes de cómo los cartógrafos e historiadores hablaron de Sir Francis Drake.

Los ingleses  evaluaron el famoso viaje como una de las grandes hazañas de la época, y los informes oficiales aparecieron en varios idiomas europeos.

En 1596 la editorial De Bry de Frankfurt, incluyó una versión abreviada de la narrativa Hakluyt en su famosa colección de los viajes  en América y en 1599 se editó en alemán y en francés. “Bry Grands Voyages”.

Otra versión en alemán del viaje de Drake se encuentra en la serie de viajes publicados por Levinus Hulsius, 1626.

El título correspondiente a Nueva Albion (California). Considera que se trata de una isla. Aquí  se observa el grabado de la batalla con la nave Nuestra Señora de la Concepción, el  barco del tesoro más preciado saqueado por Drake.

Uno de los mayores tesoros cartográficos  es el mapa “Carta veuee et corige par le dict sieur Drack” (“Un mapa visto y corregido por el mismo Sir Drake”). Grabado por Nicola van Sype, titulado “La Herdike Enterprinse Faict Par Le Signeur Draeck D’avoir cirquit Toute La Terre”.

Cabe señalar que el retrato en el mapa menciona la edad de Drake como de 42 años. Tanto el retrato que le hizo J. Hondius (frontispicio con su escudo de armas, en la esquina superior derecha) y otros, dan su edad como de 43. Además otro indicativo de que es uno de los primeros mapas es la ausencia de cualquier mención de Virginia, que fue nombrada en 1584.

En la Sala de Mapas del Museo Británico, se indica que “Hay buenas razones para creer que este sea el primero de los mapas que muestra la ruta de Drake alrededor del mundo”.  Se cree que el mapa pudo ser uno de los más secretos en 1581.

Posteriormente a la circunnavegación, Francis Drake entre 1585 a 1586, sumando experiencias, hizo varias incursiones en las comunidades de las Indias Occidentales, incluyendo San Agustín, Santiago, Santo Domingo y Cartagena. De camino a casa, se detuvo en Roanoke, donde descubrió  colonos en graves apuros tras un duro invierno, allí libera  pasajeros que había recogido en el curso de sus aventuras del Caribe (africanos, indios sudamericanos y galeotes -incluidos  europeos y árabes) y se llevó a los colonos ingleses de Roanoke de regreso a Inglaterra. Nadie sabe la suerte que les deparó a los demás pasajeros. Baptista Boazio, un artista italiano residente en Londres, hizo grabados de los ataques a cada una de las ciudades, de dibujos obtenidos del mismo Drake.

Thomas Blundeville, contemporáneo de Drake, describe la circunnavegación y las rutas de Drake y Cavendish fueron marcadas en el globo terrestre construido por Emery Molyneux en 1592.

En 1628, el sobrino de Francis Drake editó “The World Encompassed”, compilando  las fuentes, entre ellas el diario del capellán a bordo del “Golden Hind”: Francis Fletcher. Aquí  figura el mapa con la ruta completa de la circunnavegación.

Una versión de las ediciones posteriores del libro, incluye este mapa del mundo de Robert Vaughan (1592-1667) Los cuatro elementos (fuego, aire, agua, tierra) se ciernen sobre el mapa, los retratos de los primeros cuatro circunavegantes (Ferdinand Magellan, Sir Francis Drake, Thomas Cavendish, Olivier van Noort) se dibujan en los lados, y los esquemas de los eclipses de sol y luna aparecen en la parte inferior.

Una versión italiana de la circunnavegación es la de Giuseppe Rosaccio Discorso… della Terra, 1610. Representación del Ártico, la Antártida, y los cuatro continentes entonces conocidos.

Estas fueron algunas de las representaciones de los cartógrafos más destacados, acerca de los viajes de nuestro corsario inglés. Aquel que con su “Letter of Marque” hizo brillar (por momentos) las arcas de su nación.

Su trayectoria completa sería casi imposible plasmarla sobre mapas. Pero no fue el único, solo uno de los más famosos.

El apogeo del corso golpeó de manera frecuente las colonias españolas hasta 1604 cuando las potencias firmaron La Paz. Las patentes de corso, fueron abolidas en la Declaración de París de 1856. Las costas y el mar tuvieron mucho que contar. Y lo tienen. Relatos de la Historia, entre piratas, barcos corsarios, y cazatesoros. Una historia que de algún modo continúa…

En cuanto a Drake, propuso a la reina Isabel una audaz operación contra la América Española, que tenía como objetivo principal establecer una base inglesa permanente en Panamá para desde allí poner en jaque los dominios españoles en el Caribe. Así, consiguió salir del ostracismo en el que había caído tras el desastre de la Invencible y se embarcó en una larga y desastrosa campaña, en la que sufrió varias derrotas consecutivas frente a fuerzas españolas.

Finalmente y por esas cosas del destino, muere  en sarcófago de plomo arrojado a la mar…

Su vida fue motivo de inspiración dejando su impronta en innumerables sagas y relatos en la literatura, desde Juan de Castellanos, Quevedo, Cervantes, Lope de Vega, Manuel Mújica Láinez, José Milla y Vidaurre e incluso Gabriel García Márquez, entre tantos.


Maniobró al Golden Hind de proa a sus dorados destinos, aquellos que justificaron todos los medios. De espíritu pirata que bajo alguna enorme ola, no dejó más que su fama. El mar fue a su vez  su gloria y su  tumba, la de Sir Francis Drake.


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