Comentarios: el diario La Nación publicó este 29.03.2016 una Nota de la Federación Argentina de Empresas Navieras (FENA) que propone la creación de un registro especial para el transporte internacional de cargas por agua.
Lamentablemente dejamos pasar dos proyectos de ley
en el anterior periodo gubernamental, que podrían haber prosperado sino hubiese
primado en muchos sectores el partidismo, antes que los intereses de la Marina
Mercante. Lo cual no quiere decir que lo debiamos defender a libro cerrado. Varios
sectores salieron a oponerse por cuestiones de negocios particulares, personales,
partidarias o por lobbies nunca declarados.
Ahora cuando el Ministro de Transporte declara: "...
Ante el Consejo Federal de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del
Autotransporte de Cargas, el funcionario expresó que el crecimiento del camión será “central” en el transporte de carga,
destacando que ese modo “es una parte estratégica” y es “la columna vertebral” para mejorar la competitividad del
transporte de cargas". Está todo dicho. (1)
Y lo reitera FENA: "... los armadores destacan
que no ven "un plan claro" del Gobierno hacia la actividad...".
Porque si bien hay anuncios de inversiones en logística,
nuevamente es para optimizar los rendimientos de quienes están en el negocio,
sin incluir a la marina mercante.
En mi opinión es probable que ninguna Ley prospere
porque los grandes exportadores e importadores no lo quieren (además es
un negocio establecido de algunos armadores extranjeros). Buscan el flete más
barato y no le importa la bandera, solo el rendimiento económico y siempre habrá
uno más barato por las razones que fuesen.
Me parece que la frase anterior debería ser el punto
de partida de cualquier Proyecto que quiera reactivar la Marina Mercante. Eso nos
incluye a todos los ciudadanos, a los políticos y a los "apolíticos navegantes", que si el
proyecto no es de su partido, no sirve. Es probable que ni siquiera con un
apoyo activo de los sindicatos y de alguna sector de la opinión pública, se
pueda torcer el brazo de los grandes grupos económicos y sus lobbies.
El Decreto 1772/91 que permitió la desaparición de la
Marina Mercante se originó en esos mismos grupos, que buscaban maximizar sus
ganancias y usaron a algunos "armadores angurrientos" y
así nos fue.
Volviendo a la Propuesta de FENA, es curioso que en algún
momento enfatizan el comercio internacional, pero luego mencionan la hidrovia.
Bien por los sindicatos que ponen reparos a esa
alternativa.
Porque en el comercio exterior sin apoyo estatal
directo difícilmente armadores locales puedan competir, entre otras cosas por
falta de capital y de know-how, excepto en transporte de combustible.
Es curioso que digan que "... la carga argentina
propiamente dicha es muy poco representativa...". Solo se entiende si se
limitan a mirar la carga de combustible de cabotaje. Se olvidan de los
millones de toneladas/dólares que se importan/exportan, anualmente. Incluso omiten
las cargas cautivas del Mercosur vía Atlántico.
Cuando reniegan del nombre de segundo registro,
será por una cuestión semántica, ¿por tan poco se excluirían del negocio?.
O cuando plantean Registro Especial, ¿es para que en
un futuro cercano sea el Único Registro?. Porque si fracasa el comercio
exterior o se cae el 1010/04, seguramente querrán aplicarnos en la hidrovia.
Un comentario para el cuadrito de cada tripulantes es:
"... No es un problema del salario del bolsillo del trabajador...".
Y en el mismos sentido: "... buscamos que no haya
modificaciones de los derechos adquiridos...".
Esta bueno el concepto: "... "aislar"
al registro reservado para el tráfico internacional de toda la batería
impositiva...".
Pero qué clase de ARMADORES son los que dicen:
"... El registro especial tiene que ser muy ágil para entrar y salir...".
En otra parte dicen: "... Paraguay también tiene
su ley de reserva de cargas que no se puede tocar". México está próximo a
promulgar una ley similar y ¿nosotros porque no podemos tener una Reserva de
Carga?.
Tampoco entiendo porque dicen: "Este segundo registro no tiene un costo
fiscal para el Estado. No hay ni queremos subsidios". Suena a limitación ideológica
como la de los ciudadanos apolíticos. EEUU es uno de los países mas proteccionista
y también protege y subsidia su Marina Mercante, y porque nosotros no, lo que
no quiere decir repartir divisas entre los armadores.
La Nota del diario es interesante y quedan otros
interrogantes o comentarios, por eso invito a compartirlo.
_______________________________________
La Federación Argentina de Empresas Navieras (FENA) propone la creación de
un registro especial para el transporte internacional de cargas por agua; los
armadores destacan que no ven "un plan claro" del Gobierno hacia la
actividad
LA NACION, Martes 29 de marzo de 2016
Hace poco menos de un año, las cuatro cámaras que agrupan a los
dueños y operadores de buques, remolques y barcazas de bandera argentina decidieron
dejar atrás años de fragmentación y fundaron la Federación de Empresas Navieras
Argentinas (FENA), con el objetivo de recuperar competitividad y aumentar
su participación en los tráficos internacionales, metas que necesitan un marco
normativo nuevo.
Los directivos de la Asociación Cámara Argentina de Empresas Navieras y
Armadoras, la Cámara de Armadores y Remolcadores, la Cámara de Armadores de
Bandera Argentina y la Cámara Naviera Argentina proclamaron a FENA como una
herramienta de "política empresaria" en reclamo de una "política
para el sector", ausente durante años.
Una premisa fundacional fue generar un proyecto de ley "desde las
empresas" para que la marina mercante no quede limitada al mercado de
cabotaje, sino que también pueda proyectarse a la hidrovía y a los tráficos
internacionales.
Ese proyecto ya está realizado y LA NACION reunió a tres miembros de la
comisión directiva de FENA -Gustavo Rodríguez Vázquez (Maruba), José Pablo
Elverdín (Argenmar) y María Cecilia Virasoro (Navisupe-National Shipping)- para
comentar detalles de aquél y el contexto del sector.
La propuesta gira en torno a la creación de un "registro
especial" que aísle el negocio naviero de la presión fiscal y previsional
argentina, "pero aplicada pura y exclusivamente al tráfico internacional,
no al cabotaje", destacaron.
Tal registro debería tener las condiciones necesarias para que los
armadores argentinos puedan "cotizar" fletes internacionales y dejar
de lado el handicap que hoy los saca totalmente de mercado.
El proyecto necesita primero del consenso como paso previo para elevarlo
al Gobierno. La preocupación es, precisamente, la predisposición de las
autoridades hacia el sector.
"No vemos un plan claro del Gobierno respecto de la marina
mercante, que parece ser siempre la última entre las prioridades",
destacó Rodríguez, tras señalar que acuerda con la idea del Gobierno de
"bajar los costos logísticos, pero no se ve que haya un plan para llevarlo
adelante" con la marina mercante.
"Lo que el sector tiene hoy es el decreto 1010/04 (que permite
chartear buques a casco desnudo y darles tratamiento de bandera argentina) para
explotar el cabotaje, que es un mercado limitado, pero no para expandir el
negocio de la marina mercante", señaló Virasoro.
¿Qué manera de expansión tienen en mente los armadores nacionales?
"La hidrovía y los tráficos internacionales", señalan.
El proyecto de un "registro especial" fue presentado ya a los
gremios, que habrían dado su parecer. En principio, con reparos
respecto a la aplicabilidad del segundo registro en la hidrovía.
"Entendemos la preocupación de los gremios y por eso estamos
abiertos al diálogo. Hay mucha gente en las listas (a la espera de embarcarse)
y hay barcos que se paran. Hablamos con Capitanes de Ultramar, con el Centro de
Patrones y con la CATT (Confederación Argentina de Trabajadores del
Transporte). La idea es consensuar con los gremios", agregó Rodríguez.
Desde FENA aseguran que el proyecto de ley elaborado se restringe
pura y exclusivamente al "transporte de cargas por agua",
descartando así de plano toda vinculación con la industria naval, como
pretendían otros proyectos.
"Vemos a la industria naval como una actividad independiente. Nos
toca, es cierto, pero ha sido un error en el pasado tratar de resolver ambos
temas de una vez. Los armadores no podemos hablar ni meternos con un tema que
no es nuestro", aportó Elverdín.
Planteos
El planteo de refundación de la competitividad es sencillo: "No
podemos aumentarle ni un dólar al cliente, ése es nuestro driver", sostuvo
Rodríguez.
"La única manera de sobrevivir es expandiéndonos hacia los tráficos
internacionales, donde está la hidrovía, que mueve mucha carga de Brasil,
Paraguay y Bolivia, porque la carga argentina propiamente dicha es muy poco
representativa. Para participar en la hidrovía hay que poder competir con
los paraguayos. El negocio lo conocemos, pero hoy no tenemos la posibilidad de
competir", dijo Elverdín.
La limitación del cabotaje está en el movimiento de hidrocarburos y en
las compras estatales. Si la matriz energética cambia, los armadores perciben
que se quedan con las manos vacías.
"Para poder competir la solución es tomar las decisiones que
adoptaron todos los países que quisieron recuperar la marina mercante",
apuntó Virasoro. Es decir, tener un registro especial (segundo registro no
es un nombre que les guste usar a los armadores).
Proponen "sacar a la actividad de la Argentina" porque está
abrumada por impuestos "que otros no tienen". "No es un problema
del salario del bolsillo del trabajador, sino una carga impositiva récord que
imposibilita competir", manifestó Rodríguez.
"La realidad es que la estructura impositiva actual no recauda,
porque es un impuesto sobre una actividad que no se hace. Y tal estructura
impositiva hoy impide participar de ciertas actividades", dijo Virasoro.
A propósito, Elverdín ejemplificó que si un armador argentino quisiera
tomar barcos arrendados del exterior y participar "en condiciones iguales
tenemos una diferencia fiscal de entre el 7 y el 9% sobre el mismo flete de la
Argentina a Holanda, y compite contra un operador en Londres que tiene una
ventaja del 7%".
Así, la propuesta es "aislar" al registro reservado para el
tráfico internacional de toda la batería impositiva, tanto la que afecta a las
empresas como a los trabajadores. En su reemplazo, se propone un sistema como
el alemán, con un tributo pagado sobre el tonelaje fijo.
"Este segundo registro no tiene un costo fiscal para el Estado. No
hay ni queremos subsidios", se apresuraron a aclarar los tres.
-¿Cómo se lleva la idea del
registro especial con el Tratado de la Hidrovía, que reserva el transporte a
las banderas de los países integrantes?
José Pablo Elverdín: -Se maneja de la misma manera que Bolivia, que tiene
una ley de doble abanderamiento y gran parte del desarrollo de la hidrovía se
hizo a través de la bandera boliviana, que permitió que el capital llegara al
río. Es lo mismo respecto del decreto 1010: hoy tenemos barcos de bandera
extranjera con tratamiento de bandera argentina operando en cabotaje.
-Pero el tratado habla de bandera
de los países miembros...
Gustavo Rodríguez: -Bueno, en este caso tendríamos la bandera de un
país miembro, de un registro específico de la Argentina.
Cecilia Virasoro: -El gran error que hubo ante la inequidad con Paraguay
fue pretender que los otros países se acomodaran para arriba al nivel de uno.
Buscamos ahora corregir esa inequidad sin olvidarnos de que Paraguay también
tiene su ley de reserva de cargas que no se puede tocar.
-¿Con este registro podrían
transportar granos o participar en fletes de importación?
G.R.: -Pretendemos tener un derecho de cotizar. Hoy ni
los importadores ni los exportadores ni el Estado nos llaman para cotizar.
Nuestra idea es participar, y no pretendemos que nos paguen ni un centavo más que
un armador internacional. Pedimos las condiciones para competir.
-¿Piden reserva de cargas?
G.R.: -No.
-¿Ni para la importación estatal
de combustibles?
G.R.: -No. No queremos limitar al cliente, porque eso es el
principio del fin. Queremos ofrecer un buen servicio.
-Al hablar de lobby, parece que
la industria naval está mejor posicionada que la marina mercante. ¿Lo ven así?
C.V.: -Está muy bien. Ellos deberían concentrarse en
conseguir crédito para construir los barcos.
-¿Qué postura tienen respecto de
la importación de remolcadores?
G.R.: -Mi postura es algo similar a la de Aerolíneas, que
tiene que volar y no puede esperar que le construyan un avión.
-Pero en ese caso es el Estado el
que compra los aviones...
G.R.: -Lo que digo es que así como yo no quiero obligar a
mi cliente, que ellos no me obliguen a mí.
-¿Y ustedes cómo consiguen el
crédito?
G.R.: -El registro especial tiene que ser muy ágil para
entrar y salir. Tiene que tener al acreedor hipotecario bien arriba en la
escala.
J.E.: -Hoy hablar de financiar con crédito externo la
bandera argentina no es viable. Hay que armar una estructura que sea viable.
Por eso hay que cambiar el sistema de hipoteca naval, poner el banco en primer
grado.
-¿Apuntan a que esta propuesta
salga por ley o por decreto?
G.R.: -La única manera de que los bancos financien es con
una ley que le dé marco jurídico estable. Insisto, no buscamos ni subsidios ni
un fondo ni nada por el estilo.
C.V.: -Los decretos para la actividad normaron siempre a la
espera de una ley, y así venimos desde hace años. Modificar el 1010 es seguir
en lo mismo, y no una ley que le dé marco a nuestra actividad. Las resistencias
surgen porque se mezcla con el tema de la industria naval, y hay que
separarlos. No podemos estar con el lastre de que la suerte de la industria
naval esté atada a la suerte de los armadores. Ellos tienen que ser
competitivos por sí solos. Si nos generan la obligación de construir, acá
estamos forzados a salir a buscar crédito.
G.R.: -Si la industria naval me obliga [a comprar acá] y
por esa razón tengo que cobrarle más a mi cliente, éste se da vuelta y contrata
por waiver un buque más barato. La industria naval tiene que conseguir que los
bancos le presten a 15 años a una tasa razonable, más las garantías para
construir. Todo este negocio a la larga es financiero.
-¿Entienden los gremios que este
registro es sólo para el tráfico internacional?
G.R.: -Tienen el proyecto. Hay algo de ruido de que una ley
va a tardar mucho y quieren soluciones ya, pero no hay soluciones mágicas.
Modificar el 1010 no va a abrir nuevos mercados.
J.E.: -Si un maquinista no tiene hoy trabajo en la
Argentina se va a trabajar a un crucero al Caribe o al Mediterráneo. El
concepto que queremos instalar es que esa gente que está migrando tenga un
vehículo para trabajar en una actividad atada a la Argentina, con las mismas
condiciones en las que está trabajando para una línea de cruceros en el Caribe,
por ejemplo.
-¿Quién redactó el proyecto?
C.V.: -Es importante destacar que tenemos una voz única a
nivel armatorial y cuando nos llaman las autoridades no lo hacen más a nivel de
cámaras, sino a través de FENA casi exclusivamente. Incluso en eventuales
conversaciones laborales y paritarias. Es un avance enorme.
G.R.: -Hace mucho que no hay un proyecto del sector
armatorial común. Es una unión histórica en esta actividad, que llevó mucho
trabajo de gente que hasta ahora estaba cada uno en su cámara. FENA es muy
importante desde todo punto de vista, incluso para proyecto de ley. Antes nos
unió el espanto, ahora la esperanza de tener una ley.
-¿Están abiertos a modificaciones
al proyecto actual?
J.E.: -Pedimos respetar las inversiones hechas hasta la
fecha por parte de los armadores. Para chartear por el 1010 tengo que tener un
barco en bandera argentina. Estamos tratando de trabajar en la seguridad
jurídica y traer inversiones. Si abriéramos el 1010 ignorando que varios
armadores invirtieron antes sería injusto.
G.R.: -De hecho hay algunos que están pensando en entrar barcos
a casco desnudo sin tener como bodega como contrapartida, que es como abrir la
importación, cuando hubo gente que se endeudó e invirtió.
C.V.: -Eso sería un escándalo, esperamos que no prospere.
No se trata sólo de mejorar el 1010. Y buscamos que no haya modificaciones de
los derechos adquiridos. Por eso el proyecto necesita ser consensuado y no
impulsado por un sector particular.
-¿Fueron recibidos por las
autoridades para tratar el proyecto?
G.R.: -Hasta ahora nos reunimos con Metz [Jorge,
subsecretario de Puertos y Vías Navegables]. No pudimos con Dietrich
[Guillermo, ministro de Transporte de la Nación].
¿Cuál fue la recepción?
G.R.: -Están tomando conocimiento de la situación. La
realidad es que lamentablemente hoy no hay un proyecto para la marina mercante
y esperamos que se convenzan de que es un sector que puede generar empleo y
aportar mucho.
ALGUNAS VERDADES Y MUCHOS ERRORES POR FALTA DE CONOCIMIENTOS PERDIDOS EN ESTOS
ResponderEliminarULTIMOS 27 AÑOS, PRINCIPALMENTE POR PARTE DE NUESTROS FUNCIONARIOS
PEDRO FOX