31 de marzo de 2016

Propuesta empresarial para la Marina Mercante Argentina


Comentarios: el diario La Nación publicó este 29.03.2016 una Nota de la Federación Argentina de Empresas Navieras (FENA) que propone la creación de un registro especial para el transporte internacional de cargas por agua.





Lamentablemente dejamos pasar dos proyectos de ley en el anterior periodo gubernamental, que podrían haber prosperado sino hubiese primado en muchos sectores el partidismo, antes que los intereses de la Marina Mercante. Lo cual no quiere decir que lo debiamos defender a libro cerrado. Varios sectores salieron a oponerse por cuestiones de negocios particulares, personales, partidarias o por lobbies nunca declarados. 

Ahora cuando el Ministro de Transporte declara: "... Ante el Consejo Federal de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas, el funcionario expresó que el crecimiento del camión será “central” en el transporte de carga, destacando que ese modo “es una parte estratégica” y es “la columna vertebral” para mejorar la competitividad del transporte de cargas". Está todo dicho. (1) 

Y lo reitera FENA: "... los armadores destacan que no ven "un plan claro" del Gobierno hacia la actividad...". 



Porque si bien hay anuncios de inversiones en logística, nuevamente es para optimizar los rendimientos de quienes están en el negocio, sin incluir a la marina mercante.

En mi opinión es probable que ninguna Ley prospere porque los grandes exportadores e importadores no lo quieren (además es un negocio establecido de algunos armadores extranjeros). Buscan el flete más barato y no le importa la bandera, solo el rendimiento económico y siempre habrá uno más barato por las razones que fuesen.

Me parece que la frase anterior debería ser el punto de partida de cualquier Proyecto que quiera reactivar la Marina Mercante. Eso nos incluye a todos los ciudadanos, a los políticos y a los "apolíticos navegantes", que si el proyecto no es de su partido, no sirve. Es probable que ni siquiera con un apoyo activo de los sindicatos y de alguna sector de la opinión pública, se pueda torcer el brazo de los grandes grupos económicos y sus lobbies.

El Decreto 1772/91 que permitió la desaparición de la Marina Mercante se originó en esos mismos grupos, que buscaban maximizar sus ganancias y usaron a algunos "armadores angurrientos" y así nos fue.

Volviendo a la Propuesta de FENA, es curioso que en algún momento enfatizan el comercio internacional, pero luego mencionan la hidrovia.

Bien por los sindicatos que ponen reparos a esa alternativa

Porque en el comercio exterior sin apoyo estatal directo difícilmente armadores locales puedan competir, entre otras cosas por falta de capital y de know-how, excepto en transporte de combustible.

Es curioso que digan que "... la carga argentina propiamente dicha es muy poco representativa...". Solo se entiende si se limitan a mirar la carga de combustible de cabotaje. Se olvidan de los millones de toneladas/dólares que se importan/exportan, anualmente. Incluso omiten las cargas cautivas del Mercosur vía Atlántico.

Cuando reniegan del nombre de segundo registro, será por una cuestión semántica, ¿por tan poco se excluirían del negocio?.

O cuando plantean Registro Especial, ¿es para que en un futuro cercano sea el Único Registro?. Porque si fracasa el comercio exterior o se cae el 1010/04, seguramente querrán aplicarnos en la hidrovia.

Un comentario para el cuadrito de cada tripulantes es: "... No es un problema del salario del bolsillo del trabajador...".

Y en el mismos sentido: "... buscamos que no haya modificaciones de los derechos adquiridos...".

Esta bueno el concepto: "... "aislar" al registro reservado para el tráfico internacional de toda la batería impositiva...". 

Pero qué clase de ARMADORES son los que dicen: "... El registro especial tiene que ser muy ágil para entrar y salir...".

En otra parte dicen: "... Paraguay también tiene su ley de reserva de cargas que no se puede tocar". México está próximo a promulgar una ley similar y ¿nosotros porque no podemos tener una Reserva de Carga?.

Tampoco entiendo porque dicen:  "Este segundo registro no tiene un costo fiscal para el Estado. No hay ni queremos subsidios". Suena a limitación ideológica como la de los ciudadanos apolíticos. EEUU es uno de los países mas proteccionista y también protege y subsidia su Marina Mercante, y porque nosotros no, lo que no quiere decir repartir divisas entre los armadores.

La Nota del diario es interesante y quedan otros interrogantes o comentarios, por eso invito a compartirlo.

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La Federación Argentina de Empresas Navieras (FENA) propone la creación de un registro especial para el transporte internacional de cargas por agua; los armadores destacan que no ven "un plan claro" del Gobierno hacia la actividad

LA NACION, Martes 29 de marzo de 2016

Hace poco menos de un año, las cuatro cámaras que agrupan a los dueños y operadores de buques, remolques y barcazas de bandera argentina decidieron dejar atrás años de fragmentación y fundaron la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA), con el objetivo de recuperar competitividad y aumentar su participación en los tráficos internacionales, metas que necesitan un marco normativo nuevo. 

Los directivos de la Asociación Cámara Argentina de Empresas Navieras y Armadoras, la Cámara de Armadores y Remolcadores, la Cámara de Armadores de Bandera Argentina y la Cámara Naviera Argentina proclamaron a FENA como una herramienta de "política empresaria" en reclamo de una "política para el sector", ausente durante años.

Una premisa fundacional fue generar un proyecto de ley "desde las empresas" para que la marina mercante no quede limitada al mercado de cabotaje, sino que también pueda proyectarse a la hidrovía y a los tráficos internacionales.

Ese proyecto ya está realizado y LA NACION reunió a tres miembros de la comisión directiva de FENA -Gustavo Rodríguez Vázquez (Maruba), José Pablo Elverdín (Argenmar) y María Cecilia Virasoro (Navisupe-National Shipping)- para comentar detalles de aquél y el contexto del sector.

La propuesta gira en torno a la creación de un "registro especial" que aísle el negocio naviero de la presión fiscal y previsional argentina, "pero aplicada pura y exclusivamente al tráfico internacional, no al cabotaje", destacaron.

Tal registro debería tener las condiciones necesarias para que los armadores argentinos puedan "cotizar" fletes internacionales y dejar de lado el handicap que hoy los saca totalmente de mercado.

El proyecto necesita primero del consenso como paso previo para elevarlo al Gobierno. La preocupación es, precisamente, la predisposición de las autoridades hacia el sector.
"No vemos un plan claro del Gobierno respecto de la marina mercante, que parece ser siempre la última entre las prioridades", destacó Rodríguez, tras señalar que acuerda con la idea del Gobierno de "bajar los costos logísticos, pero no se ve que haya un plan para llevarlo adelante" con la marina mercante.

"Lo que el sector tiene hoy es el decreto 1010/04 (que permite chartear buques a casco desnudo y darles tratamiento de bandera argentina) para explotar el cabotaje, que es un mercado limitado, pero no para expandir el negocio de la marina mercante", señaló Virasoro.

¿Qué manera de expansión tienen en mente los armadores nacionales? "La hidrovía y los tráficos internacionales", señalan.

El proyecto de un "registro especial" fue presentado ya a los gremios, que habrían dado su parecer. En principio, con reparos respecto a la aplicabilidad del segundo registro en la hidrovía.

"Entendemos la preocupación de los gremios y por eso estamos abiertos al diálogo. Hay mucha gente en las listas (a la espera de embarcarse) y hay barcos que se paran. Hablamos con Capitanes de Ultramar, con el Centro de Patrones y con la CATT (Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte). La idea es consensuar con los gremios", agregó Rodríguez.

Desde FENA aseguran que el proyecto de ley elaborado se restringe pura y exclusivamente al "transporte de cargas por agua", descartando así de plano toda vinculación con la industria naval, como pretendían otros proyectos.

"Vemos a la industria naval como una actividad independiente. Nos toca, es cierto, pero ha sido un error en el pasado tratar de resolver ambos temas de una vez. Los armadores no podemos hablar ni meternos con un tema que no es nuestro", aportó Elverdín.

Planteos
El planteo de refundación de la competitividad es sencillo: "No podemos aumentarle ni un dólar al cliente, ése es nuestro driver", sostuvo Rodríguez.

"La única manera de sobrevivir es expandiéndonos hacia los tráficos internacionales, donde está la hidrovía, que mueve mucha carga de Brasil, Paraguay y Bolivia, porque la carga argentina propiamente dicha es muy poco representativa. Para participar en la hidrovía hay que poder competir con los paraguayos. El negocio lo conocemos, pero hoy no tenemos la posibilidad de competir", dijo Elverdín.

La limitación del cabotaje está en el movimiento de hidrocarburos y en las compras estatales. Si la matriz energética cambia, los armadores perciben que se quedan con las manos vacías.

"Para poder competir la solución es tomar las decisiones que adoptaron todos los países que quisieron recuperar la marina mercante", apuntó Virasoro. Es decir, tener un registro especial (segundo registro no es un nombre que les guste usar a los armadores).

Proponen "sacar a la actividad de la Argentina" porque está abrumada por impuestos "que otros no tienen". "No es un problema del salario del bolsillo del trabajador, sino una carga impositiva récord que imposibilita competir", manifestó Rodríguez.

"La realidad es que la estructura impositiva actual no recauda, porque es un impuesto sobre una actividad que no se hace. Y tal estructura impositiva hoy impide participar de ciertas actividades", dijo Virasoro.

A propósito, Elverdín ejemplificó que si un armador argentino quisiera tomar barcos arrendados del exterior y participar "en condiciones iguales tenemos una diferencia fiscal de entre el 7 y el 9% sobre el mismo flete de la Argentina a Holanda, y compite contra un operador en Londres que tiene una ventaja del 7%".

Así, la propuesta es "aislar" al registro reservado para el tráfico internacional de toda la batería impositiva, tanto la que afecta a las empresas como a los trabajadores. En su reemplazo, se propone un sistema como el alemán, con un tributo pagado sobre el tonelaje fijo.

"Este segundo registro no tiene un costo fiscal para el Estado. No hay ni queremos subsidios", se apresuraron a aclarar los tres.

-¿Cómo se lleva la idea del registro especial con el Tratado de la Hidrovía, que reserva el transporte a las banderas de los países integrantes?
José Pablo Elverdín: -Se maneja de la misma manera que Bolivia, que tiene una ley de doble abanderamiento y gran parte del desarrollo de la hidrovía se hizo a través de la bandera boliviana, que permitió que el capital llegara al río. Es lo mismo respecto del decreto 1010: hoy tenemos barcos de bandera extranjera con tratamiento de bandera argentina operando en cabotaje.

-Pero el tratado habla de bandera de los países miembros...
Gustavo Rodríguez: -Bueno, en este caso tendríamos la bandera de un país miembro, de un registro específico de la Argentina.

Cecilia Virasoro: -El gran error que hubo ante la inequidad con Paraguay fue pretender que los otros países se acomodaran para arriba al nivel de uno. Buscamos ahora corregir esa inequidad sin olvidarnos de que Paraguay también tiene su ley de reserva de cargas que no se puede tocar.

-¿Con este registro podrían transportar granos o participar en fletes de importación?
G.R.: -Pretendemos tener un derecho de cotizar. Hoy ni los importadores ni los exportadores ni el Estado nos llaman para cotizar. Nuestra idea es participar, y no pretendemos que nos paguen ni un centavo más que un armador internacional. Pedimos las condiciones para competir.

-¿Piden reserva de cargas?
G.R.: -No.

-¿Ni para la importación estatal de combustibles?
G.R.: -No. No queremos limitar al cliente, porque eso es el principio del fin. Queremos ofrecer un buen servicio.

-Al hablar de lobby, parece que la industria naval está mejor posicionada que la marina mercante. ¿Lo ven así?
C.V.: -Está muy bien. Ellos deberían concentrarse en conseguir crédito para construir los barcos.

-¿Qué postura tienen respecto de la importación de remolcadores?
G.R.: -Mi postura es algo similar a la de Aerolíneas, que tiene que volar y no puede esperar que le construyan un avión.

-Pero en ese caso es el Estado el que compra los aviones...
G.R.: -Lo que digo es que así como yo no quiero obligar a mi cliente, que ellos no me obliguen a mí.

-¿Y ustedes cómo consiguen el crédito?
G.R.: -El registro especial tiene que ser muy ágil para entrar y salir. Tiene que tener al acreedor hipotecario bien arriba en la escala.

J.E.: -Hoy hablar de financiar con crédito externo la bandera argentina no es viable. Hay que armar una estructura que sea viable. Por eso hay que cambiar el sistema de hipoteca naval, poner el banco en primer grado.

-¿Apuntan a que esta propuesta salga por ley o por decreto?
G.R.: -La única manera de que los bancos financien es con una ley que le dé marco jurídico estable. Insisto, no buscamos ni subsidios ni un fondo ni nada por el estilo.

C.V.: -Los decretos para la actividad normaron siempre a la espera de una ley, y así venimos desde hace años. Modificar el 1010 es seguir en lo mismo, y no una ley que le dé marco a nuestra actividad. Las resistencias surgen porque se mezcla con el tema de la industria naval, y hay que separarlos. No podemos estar con el lastre de que la suerte de la industria naval esté atada a la suerte de los armadores. Ellos tienen que ser competitivos por sí solos. Si nos generan la obligación de construir, acá estamos forzados a salir a buscar crédito.

G.R.: -Si la industria naval me obliga [a comprar acá] y por esa razón tengo que cobrarle más a mi cliente, éste se da vuelta y contrata por waiver un buque más barato. La industria naval tiene que conseguir que los bancos le presten a 15 años a una tasa razonable, más las garantías para construir. Todo este negocio a la larga es financiero.

-¿Entienden los gremios que este registro es sólo para el tráfico internacional?
G.R.: -Tienen el proyecto. Hay algo de ruido de que una ley va a tardar mucho y quieren soluciones ya, pero no hay soluciones mágicas. Modificar el 1010 no va a abrir nuevos mercados.

J.E.: -Si un maquinista no tiene hoy trabajo en la Argentina se va a trabajar a un crucero al Caribe o al Mediterráneo. El concepto que queremos instalar es que esa gente que está migrando tenga un vehículo para trabajar en una actividad atada a la Argentina, con las mismas condiciones en las que está trabajando para una línea de cruceros en el Caribe, por ejemplo.

-¿Quién redactó el proyecto?
C.V.: -Es importante destacar que tenemos una voz única a nivel armatorial y cuando nos llaman las autoridades no lo hacen más a nivel de cámaras, sino a través de FENA casi exclusivamente. Incluso en eventuales conversaciones laborales y paritarias. Es un avance enorme.

G.R.: -Hace mucho que no hay un proyecto del sector armatorial común. Es una unión histórica en esta actividad, que llevó mucho trabajo de gente que hasta ahora estaba cada uno en su cámara. FENA es muy importante desde todo punto de vista, incluso para proyecto de ley. Antes nos unió el espanto, ahora la esperanza de tener una ley.

-¿Están abiertos a modificaciones al proyecto actual?
J.E.: -Pedimos respetar las inversiones hechas hasta la fecha por parte de los armadores. Para chartear por el 1010 tengo que tener un barco en bandera argentina. Estamos tratando de trabajar en la seguridad jurídica y traer inversiones. Si abriéramos el 1010 ignorando que varios armadores invirtieron antes sería injusto.

G.R.: -De hecho hay algunos que están pensando en entrar barcos a casco desnudo sin tener como bodega como contrapartida, que es como abrir la importación, cuando hubo gente que se endeudó e invirtió.

C.V.: -Eso sería un escándalo, esperamos que no prospere. No se trata sólo de mejorar el 1010. Y buscamos que no haya modificaciones de los derechos adquiridos. Por eso el proyecto necesita ser consensuado y no impulsado por un sector particular.

-¿Fueron recibidos por las autoridades para tratar el proyecto?
G.R.: -Hasta ahora nos reunimos con Metz [Jorge, subsecretario de Puertos y Vías Navegables]. No pudimos con Dietrich [Guillermo, ministro de Transporte de la Nación].

¿Cuál fue la recepción?

G.R.: -Están tomando conocimiento de la situación. La realidad es que lamentablemente hoy no hay un proyecto para la marina mercante y esperamos que se convenzan de que es un sector que puede generar empleo y aportar mucho.


1 comentario:

  1. ALGUNAS VERDADES Y MUCHOS ERRORES POR FALTA DE CONOCIMIENTOS PERDIDOS EN ESTOS

    ULTIMOS 27 AÑOS, PRINCIPALMENTE POR PARTE DE NUESTROS FUNCIONARIOS

    PEDRO FOX

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