AMBITO FINANCIERO. 01.02.2013.
Por: Mariano Martín
Los sindicatos marítimos planean dar un batacazo en la ronda
de paritarias de este año, con un planteo
de congelamiento de sus salarios durante todo 2013 que incluye un costeo del Impuesto a las Ganancias compartido con los
empresarios del sector. El plan involucra a dos de los gremios más
representativos de la actividad: el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y el Centro de Capitanes de Ultramar.
En ambos casos, el eje es el mismo: se trata de
organizaciones cuyos trabajadores en su inmensa mayoría están alcanzados por el
pago del gravamen. Según los cálculos de sus técnicos, con la medida acotada a
la rebaja del 20% en el mínimo no imponible dispuesta por Cristina de Kirchner,
cualquier incremento de sus salarios terminaría por ser contraproducente bajo
los efectos de Ganancias.
La iniciativa, que podría ser exhibida por el Gobierno como
un ejemplo de racionalidad en momentos en que otros gremios adelantaron pedidos
de aumento de entre el 25 y el 35 por ciento, deberá sortear obstáculos. En
particular, de qué manera los empresarios podrán absorber parte del impacto del
tributo sin que esos pagos sean informales. Una de las alternativas que se analizan
es que los empresarios del sector abonen durante la vigencia del convenio sumas
no remunerativas cuyo objetivo es cubrir parte o la totalidad del costo del
impuesto.
"Nuestra propuesta es mantener los salarios congelados
durante este año. Ya tenemos una mejora con el cambio en Ganancias, y estamos
buscando una fórmula para que lo que pagamos de más por ese impuesto sea
absorbido en parte por los patrones y en parte por los trabajadores", le
dijo a este diario Omar Suárez, secretario general del SOMU.
El gremio de marítimos cuenta con unos 18 mil afiliados en
todo el país con salarios promedio de 15 mil pesos. "La totalidad de
nuestros trabajadores paga Ganancias. Y de los trece sueldos anuales (uno por
cada mes más el aguinaldo) perdemos cuatro por ese concepto", agregó el
dirigente. El SOMU prevé arrancar sus negociaciones este mes y tenerlas
cerradas para marzo, cuando deberán regir nuevas escalas salariales. O bien,
como plantea Suárez, las mismas, pero protegidas del peso del tributo.
Marcos Castro, del Centro de Capitanes, llevará un planteo
similar a sus paritarias. Por las características de su gremio es uno de los
dirigentes que más analizaron el impacto de Ganancias sobre los asalariados de
la cuarta categoría. Castro le dijo a este diario que también promoverá un
congelamiento de los sueldos de los capitanes "en la medida en que los
armadores de barcos se hagan cargo de una parte importante del impuesto".
El dirigente admitió que el plan será viable sólo "si el Gobierno aprueba
esta modalidad", que implicaría "repartir el esfuerzo" entre
asalariados y empresarios.
Ambos sindicalistas coincidieron en otro punto. La actividad
pesquera, vinculada estrechamente al comercio internacional, no es ajena a la
crisis. Explicaron que el valor del pescado bajó por una reducción en el
consumo y en esa línea fueron arrastrados los fletes marítimos.
"Con este plan de mantener los salarios sin cambios
podríamos ser un poco más competitivos internacionalmente", alegó Castro.
En la misma línea, Suárez explicó que "la actividad no resistiría un
aumento de los que se negocian por estos días, del 20 o del 25 por ciento, por
la competencia con las banderas internacionales" de la industria pesquera.
El cambio anunciado por la jefa de Estado en el impuesto
causó disconformidad en la mayoría de los sectores sindicales. Al no haberse
concretado una modificación el año pasado, incluso desde los gremios más afines
de la CGT oficialista se alentaba una suba del 50% en el mínimo no imponible.
Luego de conocerse el nuevo esquema, en los gremios explicaron que los pedidos
de aumentos salariales no bajarán del 25%, mientras que el Gobierno alentaba
subas máximas del 20 por ciento.
Malas estrategias e inadaptabilidad a la economía moderna de parte del gobierno Nacional son la causa de las medias que días atrás anunciara Cristina Fernandez de Kirchner, vestidas con piel de cordero han sido presentadas las medidas de ajuste a la clase obrera, el ajuste viene llegando en diferentes frecuencias, la tarjeta sube es un claro ejemplo una nueva forma de cortar y al mismo tiempo no cortar el subsidio a las empresas y cargarle el costo al consumidor, el impuesto a las ganancias es otro comisario inventado por el gobierno para seguir con las medidas de ajuste, un combo de medidas que no hacen mas que oficiar de antígeno en contra de la clase obrera, por otro lado Suares y su Par Castro hablan de promedios salariales que no alcanzan a la gran mayoría de los trabajadores del sector y ademas los pocos a los que ellos se refieren tienen ingresos capaces de solventar esta estrategia que ellos mismos pretenden implementar y que muestra a las claras la incomprensión del asunto, lo obvio a la hora de pensar en congelar los salarios es pensar también en congelar la suba de precios en la canasta familiar y en los servicios por lo menos en en estos dos flancos claros para la economía hogareña y sin entrar en detalles del atraso que esto le aria a la economía nacional que por cierto ya viene por demás acentuado por estos tiempos. Vuelvo a repetir Malas estrategias e inadaptabilidad a la economía moderna son la causa de malas decisiones.
ResponderEliminarLuis, gracias por emitir opinion.
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