1 de mayo de 2013

1° de mayo Día del Trabajador y una interpretación de su significado.

Cada primero de Mayo buscamos alguna foto o algún recorte con un poco de historia para manifestar nuestra adhesión a tan importante día. Lo cual lleva implícito que siempre lo tenemos presente, y esto de por sí ya es un dato importante, el problema es quienes lo toman como un feriado mas al no comprender que se está recordando.

En esta oportunidad voy a tratar de salirme un poco del esquema tradicional, pero solo un poco, porque siempre estamos recordando a varios inocentes ejecutados de diferentes maneras, como escarmiento, en el actual país modelo de democracia, que cada día se moderniza más, pero los conceptos lo mantienen.


También en nuestro país pasó algo parecido, la primera vez que se conmemoró el 1º de Mayo fue allá por 1890. El principal diario de la época dijo: “La reunión se inició a las 3 de la tarde y juntó a 2.000 personas, una concurrencia numerosa para la época”. “…extraño a las costumbres del país…”, “…había en la reunión poquísimos argentinos, de lo que nos alegramos mucho”. “En 1909 los hechos tomaron rasgos muy graves al atacar la policía el mitin anarquista en la plaza Lorea, provocando catorce muertos y ochenta heridos”. (*)
Según fueron transcurriendo los años, cada tanto algún obrero dejaba su vida en alguna manifestación y esa acción era minimizada, cuando no justificada solapadamente por la prensa de esa época.

Y podemos seguir con la semana trágica, con los fusilados de la Patagonia, con los muertos del “Cordobazo”, con los desaparecidos de la última dictadura, Kosteski y Santillan, Carlos Fuentealba, etc. Pero ahora nos encontramos con una novedad, ahora hay algunos que caen bajo las balas direccionadas por algunos sindicalistas.

Claro, seguramente van a saltar sobre mí por pretender tremenda comparación, pero que otra cosa fue si no el asesinato de Mariano Ferreira donde por primera vez se consigue enjuiciar y sancionar al autor intelectual. Alguien dirá, pero fue solo 1 muerto, es verdad, pero hubieron y hay etapas de represión intermedia. Hay trabajadores tercerizados sinónimo de precarizados en muchos sectores y al igual que Pedraza, armados desde la misma conducción sindical, o consentido por estos. Cuántos muertos por causas sociales cubren nuestro País. Cuantos fueron apaleados por patotas sindicales o acaso alguien no sabe que en determinados sindicatos no se puede entrar ni para pedir trabajo. Además tenemos el caso de Zanola, del sindicato de los bancarios, acusado por estafar a su propia obra social y por ser participe en la venta de remedios truchos hasta para tratar cáncer. O el “Momo” Venegas que se traslada en su avión privado cuando representa al sector laboral más precario como son los trabajadores rurales, donde con sueldos promedios paupérrimos sus afiliados trabajan en el ámbito más rico de la economía, además de ser el sector donde se registran los más altos niveles de trabajo esclavo. O con la interminable lista de dirigentes perpetuos que de repente solo saben “trabajar” de dirigentes y con manifiestas y obscenas demostración de poder económico, además de manejar sus organizaciones como feudo propio.

Por supuesto que hay honrosas conducciones que trabajan por sus compañeros, pero eso no justifica  lo “otro”.

El desarrollo de las luchas gremiales se fue modificando y, durante décadas cuando los temas sindicales se complicaban y se trataban directamente con la policía, entonces había que tener realmente vocación de servicio para estar al frente de un sindicato, entonces no había sindicalistas eternos. Hasta que eso empezó a cambiar y ya no fue la policía el árbitro, y además los gremios empezaron a ser ricos y autocontrolados, “se entiende”, entonces dirigir un sindicato empezó a ser para muchos, una presa a perseguir.

Por supuesto, también la política tuvo y tiene su parte. En realidad nunca estuvo ausente, porque cuando la policía era el árbitro, era la política o el poder económico quien daba las instrucciones. Por eso incluso la participación de los sindicatos en la política sectorial, pasa a ser fundamental. La diferencia es que en un momento dado el partidismo y a veces también las empresas entran en la vida sindical y aquí se diversifican las aguas en algo muy largo de opinar y que excede el tema.

Por suerte no todo es nefasto. En muchos sectores se generan organizaciones que se levantan contra sus conducciones y continúan aun en situaciones precarias, como es el caso de los empleados del subte, o de los trabajadores de la alimentación, caso Kraft, o de algunas delegaciones de ferroviarios, o de las fabricas recuperadas, etc. Por supuesto que los afectados, o algunos teóricos del sindicalismo, plantean que eso debilita la acción de los gremios, pero esos “teóricos” no pueden explicar cómo superar las vallas que ponen algunos sindicalistas para frenar los reclamos y liberar a los empresarios de esos planteos.

Entre tantas críticas hay que ponerse de pie en gesto de reconocimiento a la lucha de los docentes que durante 1033 días en la década del 90, acamparon y ayunaron en la Carpa Blanca frente al Congreso.
Y afortunadamente seguimos viendo Secretarios que no están contaminados, y estando dentro de las conducciones procuran cambios silenciosamente.

Hechas algunas críticas lo importante es recordar que trabajadores y sindicalistas nos necesitamos, porque la crítica a la dirigencia es algo que ocurre con burdos ejemplos a vista de todos, pero aun así necesitamos de los sindicatos. Los falsos individualismo a la hora de tratar con el sector patronal es un infantilismo en el cual caen algunos compañeros que tal vez lo hacen por desconocer lo largo, difícil y sinuoso que ha sido lograr esta gran base legal que nos protege, aun cuando cada tanto tiene recaídas. La prueba más importante de la necesidad de los sindicatos, lo dan los propios empresarios cuando giran alrededor de sus propios sindicatos, salvo que ellos lo llaman Unión Industrial Argentina, Cámaras de Bancos, Cámara de la Construcción, etc.

Por eso y a pesar de las tantas críticas vertidas, seguimos reivindicando el sindicalismo y nos gustaría ver más jóvenes participando, porque son quienes realmente producen los cambios.

POR UN BUEN DIA DEL TRABAJADOR.



2 comentarios:

  1. Muy buena evaluación y dosis necesaria de optimismo. Daniel Braña.

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  2. Daniel, el panorama no es el mejor, pero prefiero rescatar la parte llena del vaso y de ahí rescatar lo más importante. Que para mi pasa por el rol de los jóvenes por ser los relevos lógicos y porque siempre están innovando aun cuando a los jovatos nos parezcan irreverentes. Un abrazo en este día tan especial.

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