En esta oportunidad voy a
tratar de salirme un poco del
esquema tradicional, pero solo un poco,
porque siempre estamos recordando a varios inocentes ejecutados de diferentes maneras, como escarmiento, en el actual país modelo de
democracia, que cada día se moderniza más, pero los conceptos lo mantienen.
También en nuestro país pasó
algo parecido, la primera vez que se
conmemoró el 1º de Mayo fue allá por 1890. El
principal diario de la época dijo: “La reunión se inició a las 3 de la
tarde y juntó a 2.000 personas, una concurrencia numerosa para la época”. “…extraño
a las costumbres del país…”, “…había en la reunión poquísimos argentinos, de lo
que nos alegramos mucho”. “En 1909 los hechos tomaron rasgos muy graves al atacar
la policía el mitin anarquista en la plaza Lorea, provocando catorce muertos y
ochenta heridos”. (*)
Según fueron transcurriendo
los años, cada tanto algún obrero dejaba su vida en alguna manifestación y esa
acción era minimizada, cuando no
justificada solapadamente por la prensa de esa época.
Y podemos seguir con la
semana trágica, con los fusilados de la Patagonia, con los muertos del “Cordobazo”,
con los desaparecidos de la última dictadura, Kosteski y Santillan, Carlos
Fuentealba, etc. Pero ahora nos encontramos con una novedad, ahora hay algunos
que caen bajo las balas direccionadas por algunos sindicalistas.
Claro, seguramente van a
saltar sobre mí por pretender tremenda comparación, pero que otra cosa fue si
no el asesinato de Mariano Ferreira donde por primera vez se consigue enjuiciar
y sancionar al autor intelectual. Alguien dirá, pero fue solo 1 muerto, es verdad, pero hubieron y hay etapas de represión intermedia. Hay trabajadores
tercerizados sinónimo de precarizados en muchos sectores y al igual que
Pedraza, armados desde la misma conducción sindical, o consentido por estos.
Cuántos muertos por causas sociales cubren nuestro País. Cuantos fueron
apaleados por patotas sindicales o acaso alguien no sabe que en determinados
sindicatos no se puede entrar ni para pedir trabajo. Además tenemos el caso de Zanola, del sindicato de los bancarios,
acusado por estafar a su propia obra social y por ser participe en la venta de
remedios truchos hasta para tratar cáncer. O el “Momo” Venegas que se
traslada en su avión privado cuando representa al sector laboral más precario
como son los trabajadores rurales, donde con sueldos promedios paupérrimos sus
afiliados trabajan en el ámbito más rico de la economía, además de ser el
sector donde se registran los más altos niveles de trabajo esclavo. O con la
interminable lista de dirigentes perpetuos que de repente solo saben “trabajar”
de dirigentes y con manifiestas y obscenas demostración de poder económico,
además de manejar sus organizaciones como feudo propio.
Por
supuesto que hay honrosas conducciones que trabajan por sus compañeros, pero
eso no justifica lo “otro”.
El desarrollo de las luchas
gremiales se fue modificando y, durante
décadas cuando los temas sindicales se complicaban y se trataban directamente
con la policía, entonces había que tener realmente vocación de servicio para
estar al frente de un sindicato, entonces
no había sindicalistas eternos. Hasta que eso empezó a cambiar y ya no fue la
policía el árbitro, y además los gremios empezaron a ser ricos y
autocontrolados, “se entiende”, entonces dirigir un sindicato empezó a ser para
muchos, una presa a perseguir.
Por supuesto, también la
política tuvo y tiene su parte. En realidad nunca estuvo ausente, porque cuando
la policía era el árbitro, era la política o el poder económico quien daba las
instrucciones. Por eso incluso la participación de los sindicatos en la
política sectorial, pasa a ser fundamental. La diferencia es que en un momento
dado el partidismo y a veces también las
empresas entran en la vida
sindical y aquí se diversifican las aguas en algo muy largo de opinar y que
excede el tema.
Por suerte no todo es
nefasto. En muchos sectores se generan organizaciones que se levantan contra
sus conducciones y continúan aun en situaciones precarias, como es el caso de
los empleados del subte, o de los trabajadores de la alimentación, caso Kraft, o
de algunas delegaciones de ferroviarios, o de las fabricas recuperadas, etc.
Por supuesto que los afectados, o algunos teóricos del sindicalismo, plantean
que eso debilita la acción de los gremios, pero esos “teóricos” no pueden
explicar cómo superar las vallas que ponen algunos sindicalistas para frenar
los reclamos y liberar a los empresarios de esos planteos.
Entre
tantas críticas hay que ponerse de pie en gesto de reconocimiento a la lucha de
los docentes que durante 1033 días en la década del 90, acamparon y ayunaron en
la Carpa Blanca frente al Congreso.
Y
afortunadamente seguimos viendo Secretarios que no están contaminados, y estando
dentro de las conducciones procuran cambios silenciosamente.
Hechas algunas críticas lo
importante es recordar que trabajadores y sindicalistas nos necesitamos, porque
la crítica a la dirigencia es algo que ocurre con burdos ejemplos a vista de
todos, pero aun así necesitamos de los sindicatos. Los falsos individualismo a
la hora de tratar con el sector patronal es un infantilismo en el cual caen
algunos compañeros que tal vez lo hacen por desconocer lo largo, difícil y
sinuoso que ha sido lograr esta gran base legal que nos protege, aun cuando cada
tanto tiene recaídas. La prueba más importante de la necesidad de los
sindicatos, lo dan los propios empresarios cuando giran alrededor de sus
propios sindicatos, salvo que ellos lo llaman Unión Industrial Argentina, Cámaras
de Bancos, Cámara de la Construcción, etc.
Por
eso y a pesar de las tantas críticas vertidas, seguimos reivindicando el
sindicalismo y nos gustaría ver más jóvenes participando, porque son quienes realmente
producen los cambios.
POR UN BUEN DIA DEL
TRABAJADOR.
Muy buena evaluación y dosis necesaria de optimismo. Daniel Braña.
ResponderEliminarDaniel, el panorama no es el mejor, pero prefiero rescatar la parte llena del vaso y de ahí rescatar lo más importante. Que para mi pasa por el rol de los jóvenes por ser los relevos lógicos y porque siempre están innovando aun cuando a los jovatos nos parezcan irreverentes. Un abrazo en este día tan especial.
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