28 de mayo de 2015

Dos noticias de los armadores argentinos de mayo de 2015

El diario La Nación publicó el 05.05.2015 la Nota: Lucidez honesta y autocrítica entre los empresarios navieros y el 26.05.2015: Empresas fluviales y marítimas crean una federación.



Extraigo algunos párrafos de ambos, que me llamaron la atención y dejo algunos comentarios a modo de invitación a discutirlo.

1.- “…advertir que la competitividad de la bandera argentina no es algo asequible con el actual marco normativo, tributario y laboral.”

2.- “…Para un armador, resulta imposible afrontar un costo operativo de 330.000 dólares por mes frente a los 100.000 que cuesta un buque de una tercera bandera.”

3.- “…La explotación de un buque argentino se encarece con las cargas sociales y los impuestos de la legislación local.”



4.- “…: "Generamos trabajo e invertimos fortunas en la renovación de la flota. Nos merecemos un espacio de mayor consideración y ser escuchados por los (gobernantes) que vienen".”

5.- “…Las empresas navieras argentinas miran atónitas el crecimiento exponencial de la producción y la carga exportable, con proyecciones de 150 millones de toneladas de granos a las que se suman otros tantos millones de toneladas de mineral de hierro brasileño y boliviano: todas estas cargas bajan por el río y transbordan en buques oceánicos, pero las empresas argentinas no participan en ninguno de los tramos.”

6.- “…"No vamos a pedir subsidios, sino condiciones para poder competir", …”.

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Algunas frases son de los armadores y otras del periodista, que a veces me da la impresión que escribe lo que el armador sugiere.

Seguramente cada uno podrá coincidir o no con las frases o con el significado.

En las N° 1, 2, 3 y 6 dicen lo mismo. Los marinos mercantes somos gran parte del problema.

En la frase 1 no hace falta aclarar nada.

En la 2 plantean números que solo ellos conocen. Porque medido en dólares nuestros sueldos son inferiores a los que teníamos un par de años atrás y coincido cuando dicen “…invertimos fortunas…”. Pero suena contradictorio tanta generosidad de invertir en un negocio a perdidas. 

Coincidimos en que generaron trabajo.  

Pero también esto tiene matices, porque justamente la empresa del nuevo presidente tiene sus barcos con otras banderas cuando en el caso de Antares, incorporó a la bandera varios buques. Y de nuevo ¿todo a pérdida?

En la 4 coincidimos. Todos tenemos que ser escuchados por los gobiernos, nosotros también, sobre todo porque siempre somos la variable de ajuste.

La 5 no la entiendo. Recién ahora vieron todo lo que se pierde en fletes de granos y de mineral de hierro y agrego: de exportación de aceite, etc, etc. De todos modos está bien y coincidimos y estaría bueno que hagan propuestas concretas y que lo difundan. 

Pero ¿Qué les impide invertir en esas aéreas? 

Porqué no lo dicen con todas las letras. 

O esta es una frase para que el enunciado de objetivos y problemas no solo recaiga en los costos sociales.

Otro comentario, ¿participarán en esa mesa nuestros sindicalistas/armadores?

Para finalizar, ¿Cómo pueden posar para la foto, decir tantas cosas floridas y compartir la mesa con el redactor del  Decreto 1772?


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Empresas fluviales y marítimas crean una federación
Por Emiliano Galli | LA NACION SEGUIR
26.05.2015 
Los directivos de las cámaras que fundaron la Federación de Empresas Navieras Argentinas. FENA.

Las compañías dueñas de barcos, barcazas y remolcadores, responsables del transporte fluvial y marítimo de combustibles, gasoil, fueloil, granos, aceites, mineral de hierro y contenedores, entre otros productos, crearon la semana última la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA) con el fin de defender sus intereses frente a los gremios y las autoridades.

Las empresas dejan así atrás años de fragmentación: hay cuatro cámaras para poco más de 20 empresas, cada una con su paritaria, y con una debilidad institucional aprovechada en cada negociación sobre todo por los sindicatos marítimos y fluviales, liderados políticamente por figuras de peso como Omar Suárez (SOMU), Marcos Castro (Capitanes de Ultramar) y Julio González Insfrán (Patrones Fluviales).

La Asociación Cámara Argentina de Empresas Navieras y Armadoras (Caena), la Cámara de Armadores y Remolcadores (CAR), la Cámara de Armadores de Bandera Argentina (Carba) y la Cámara Naviera Argentina (CNA), firmaron los estatutos que dieron origen a FENA, que será presidida por Claudio López (Horamar), secundado por Federico Virasoro (National Shipping).

"Ésta será una herramienta de política empresaria", señaló López en el acto de firma de los estatutos de la federación, tras agregar: "Generamos trabajo e invertimos fortunas en la renovación de la flota. Nos merecemos un espacio de mayor consideración y ser escuchados por los (gobernantes) que vienen", indicó a la nación.

Los empresarios y los gremios del agua comparten su reclamo por la falta de políticas sectoriales, hecho que se consagró hace dos meses cuando el Gobierno le quitó al Ministerio de Transporte la cartera que maneja el área de Puertos y Vías Navegables para pasarlo al Ministerio de Economía, donde el desconocimiento de la problemática del transporte marítimo y fluvial "es total", según opinan en el sector.

López dijo que uno de los objetivos de FENA será lograr la personería gremial para negociar paritarias y elaborar una propuesta "desde las empresas" para la reactivación de la marina mercante, es decir, la flota comercial de bandera argentina, que sólo se quedó con el mercado de cabotaje, y desapareció de los tráficos internacionales y del transporte por la hidrovía Paraná-Paraguay, dominado por completo por la flota paraguaya. "Debemos proyectarnos a la región y al mundo", reclamó López, y agregó que para ello es necesario recuperar la competitividad.

Un marco normativo de promoción del sector será una de las preocupaciones de FENA, debido a que los empresarios no se sienten cómodos con ninguno de los proyectos de ley que han sido presentados.

Las empresas navieras argentinas miran atónitas el crecimiento exponencial de la producción y la carga exportable, con proyecciones de 150 millones de toneladas de granos a las que se suman otros tantos millones de toneladas de mineral de hierro brasileño y boliviano: todas estas cargas bajan por el río y transbordan en buques oceánicos, pero las empresas argentinas no participan en ninguno de los tramos. "No vamos a pedir subsidios, sino condiciones para poder competir", completó López.

Los empresarios destacaron que elevaron ya al Ministerio de Trabajo su intención de participar "todos juntos" de las reuniones paritarias para que, de esa manera, arbitren las negociaciones necesarias para que los gremios hagan lo propio. Asimismo, señalaron que la crisis del sector llegó a un límite donde "sólo queda el cabotaje" por lo que manifestaron su intención de "volver a ser protagonistas", según subrayó Virasoro, de Carba.

El consenso, así, quedó por escrito. FENA deberá ahora trabajar en las distintas subcomisiones que atiendan las características de cada unidad de negocios: contenedores, barcazas, combustibles, fluvial y marítimo.

Acompañarán a López (Caena) y Virasoro (Carba) en la comisión directiva de FENA Gustavo Rodríguez Vázquez (CAR-Maruba) como secretario; Gustavo D'Amico (Caena-Antares Naviera), prosecretario; Damián Scokin (CNA-Ultrapetrol), tesorero; Francisco Raimondi (CAR-Trans Ona), protesorero; Jorge Álvarez (CNA-Oceanmarine), primer vocal titular; Aldo Rodríguez (Carba), segundo vocal titular; José Pablo Elverdín (Caena-Argenmar) primer vocal suplente, y Francisco Nadal (Caena-Antares), segundo vocal suplente. Carlos López (Horamar) y Cecilia Virasoro (National Shipping) integrarán el Tribunal de Honor.

Asistieron además a la firma de los estatutos Horacio Falinari (Trans Ona), Alberto Blanco (Enpasa), Álvaro López (Argenmar), Stella Morosoly (Horamar), Diego Álvarez (Ultrapetrol / UABL), y Marcelo Sibione y Gustavo Roca, ambos de Marítima Maruba.

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Lucidez honesta y autocrítica entre los empresarios navieros
Por Emiliano Galli | LA NACIONSEGUIR
05.05.2015

Ésta será una semana decisiva para la política del transporte fluvial y la marina mercante, luego de que las cuatro cámaras que agrupan a las pocas empresas que permanecen de pie con bandera argentina en sus embarcaciones (mayormente en remolques y buques tanque dedicados al cabotaje) consensuaran crear la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA), nombre que probablemente adopte la unión de la Cámara Argentina de Empresas Navieras y Armadoras (Caena), la Cámara de Armadores y Remolcadores (CAR), la Cámara de Armadores de Bandera Argentina (Carba) y la Cámara Naviera Argentina (CNA).

Si bien no trascendió mucho más que esta voluntad de confluir para dar de baja la característica dispersión de voces empresarias en el sector, el fin último es claro. : advertir que la competitividad de la bandera argentina no es algo asequible con el actual marco normativo, tributario y laboral.

Las empresas navieras argentinas enfrentan variables adversas en los tres frentes de negocios: el cabotaje, el tráfico internacional y el transporte fluvial. En efecto, este paso institucional debe ser la respuesta a múltiples espasmos que en privado vienen manifestando los hombres de negocios del transporte por agua.

Irrelevante sería captar sólo el momento en que se toma esta decisión, es decir, en pleno año electoral. Tal vez entraron en la cuenta de que es hora de remendar años de fractura del lobby sectorial.

Es cierto que los empresarios dan un paso adelante tratando de acortar distancia con otra voz que, aunque coincida en los temas planteados, tiene otro tono y contexto: el secretario general del Centro de Patrones, Julio González Insfrán, encomendó un texto sencillo, de rápida digestión, para entregarle a todos los presidenciables. Su primera reunión fue con Mauricio Macri. Y sería inminente una reunión con Sergio Massa.

La realidad es adversa tanto para los gremios como para los empresarios. Pero siempre es efímero este tipo de compatibilidad de reclamos.

Para un armador, resulta imposible afrontar un costo operativo de 330.000 dólares por mes frente a los 100.000 que cuesta un buque de una tercera bandera. La explotación de un buque argentino se encarece con las cargas sociales y los impuestos de la legislación local. Allí es cuando un registro especial (segundo registro no es políticamente correcto) al estilo brasileño toma fuerza. Pero sin el apoyo gremial, su consecución será compleja.
Una lucidez honesta y autocrítica hecha luz a una industria que se llenó de cámaras y se vació de empresas. La política no tendrá excusas ahora para reconocer a los referentes.



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