Comentarios: Se trata de la publicación de
la revista Fortuna.
Foto de la Revista FORTUNA
Al final hay dos enlaces, uno al original (1) y otro a un
descargo del ministro de Energía y Minería (2) Juan José Aranguren, ex CEO y
aún accionista de Shell, quien pidió que auditen las siete licitaciones que
la empresa multinacional ganó y de este modo desmentir posibles favoritismos o
conflicto de intereses desde su cartera hacia sus ex empleadores.
Independiente de los descargos, sería interesante que el
Gobierno y también algún medio de prensa, brinden en forma periódica este tipo
de información, en tanto vemos gran cantidad de buques BDC haciendo tráfico
entre nuestros ríos y costas argentinas, seguramente en muchas ocasiones privándonos
de trabajos genuinos.
Eso al igual que la solicitud del Ministro daría muestras
de transparencias a todos.
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Por Nicolás Gandini | Mejoró así su performance respecto de 2015, cuando
según fuentes del mercado había conseguido quedarse con unos cuatro.
25.04.2016
Con el invierno a la vuelta de la esquina, el Gobierno puso en marcha,
como todos los años, un complejo operativo de importación de combustibles para
asegurar el suministro de energía durante los meses más fríos. Como el gas que
se produce en el país no es suficiente para hogares, industrias y usinas
térmicas, entre mayo y agosto se importa una gran cantidad de cargamentos de
gasoil y fuel oil. Esta semana Cammesa, la empresa que administra el mercado
eléctrico mayorista (MEM), adjudicó la contratación de ocho barcos de gasoil.
Se invitó a 22 proveedores, de los cuales nueve mostraron interés y
participaron de la licitación. Fueron BP, Cargill, Shell Western, Gunvor,
Lukoil, Vitol, Noble, Glencore y Trafigura.
La gran ganadora fue Shell Western, unidad de trading de la petrolera
angloholandesa Royal Ducth Shell, que se quedó siete cargamentos. Mejoró
así su performance respecto de 2015, cuando según fuentes del mercado había
conseguido quedarse con unos cuatro. El restante quedó en manos de la suiza
Gunvor, según confirmaron fuentes privadas al tanto de la operación. En rigor,
el proceso licitatorio lo realizó YPF por cuenta y orden de Cammesa. Es una de
las herencias de la gestión del ex ministro de Economía Axel Kicillof que tomó
esa decisión en 2012.
Shell Western Suply and Trading (STUSCO, por sus siglas en inglés)
ofertó los mejores precios en la compulsa que se definió el jueves de esta
semana. La empresa maneja su negocio en América desde oficinas en la isla de
Barbados en el mar del Caribe. En el plano administrativo y comercial, no tiene
vinculación cotidiana con Shell Argentina, según explicaron allegados a la filial
local de la petrolera, que hasta el año pasado fue presidida por Juan José
Aranguren, actual ministro de Energía y Minería.
A pesar de ser una sociedad mixta donde están representados generadores,
transportistas y distribuidoras eléctricas, Cammesa es controlada por el
Gobierno. Su máxima autoridad –designado como vicepresidente- es
Julio Bragulat, un ejecutivo histórico del sector eléctrico que retornó a la
empresa en enero por decisión de Aranguren. Cammesa pagará cerca de US$ 18
millones por cada barco de gasoil importado. La factura total por los ocho
cargamentos rondará los US$ 150 millones que serán solventados con subsidios
del Tesoro nacional. “Teniendo en cuenta los condicionantes de cada oferta, YPF
evaluó la combinación más económica para cada alternativa de pago: prepago o
pago tres días antes de la fecha de arribo. La opción más económica resultó ser
la de prepago, con una diferencia de más de 3 millones de dólares respecto a la
opción de pago a 90 días y de más de US$ 4 millones respecto a la opción de
pago a 120 días”, explicaron desde Energía ante la consulta de PERFIL.
Shell Western ganó la licitación por ofrecer un premio inferior al de
sus competidores. Cobrará un plus de entre 0,10 y 1,10 centavos de dólar por
galón de gasoil importado. Cada cargo tiene un premio diferente. Gunvor se
adjudicó su carga con una oferta de 1,63 centavos de dólar por galón. En todos
los casos, son valores muy inferiores a los abonados durante los gobiernos
kirchneristas. La crisis del petróleo –que marcó el derrumbe del precio
internacional del barril hasta los US$ 40 cuando en 2014 llegó a cotizar por
encima de los 100 dólares- jugó a favor de Cammesa: la tonelada de gasoil se
consigue hoy por debajo de los US$ 300 cuando hace dos años cotizaba por encima
de los 1000 dólares.
Shell Western, que también ganó los dos cargamentos de petróleo crudo
importados por las refinadoras locales en lo que va del año, es uno de los
grandes traders de combustibles a nivel internacional. “Como hay una
sobreoferta de combustibles por la recesión internacional, desde septiembre del
año pasado Shell tiene una política muy agresiva en materia de precios para
ganar nuevos mercados”, indicó un trader que compite usualmente con la
petrolera anglo-holandesa.
Ex CEO, aún accionista
Juan José Aranguren renunció a fin de junio a la
presidencia de Shell, poco después de que se armara la alianza Cambiemos entre
PRO y la Unión Cívica Radical. Si
bien ya trabajaba en los think tanks del actual gobierno, el empresario que
ganó fama por sus enfrentamientos con Guillermo Moreno, pasó a dedicarse full
time a la política energética, antes de ser ministro.
Según su declaración jurada patrimonial presentada a la Oficina
Anticorrupción con datos de 2014, el
actual titular de la cartera de Energía tiene el equivalente a unos $ 13
millones en acciones Clase A de Royal Dutch Shell, la casa matriz
controlante tanto de la petrolera local como del trading que interviene en la
operatoria de importación de crudo. Cerca del funcionario consignaron que
mantiene esa inversión en títulos de la petrolera, pero que “se excusa de
firmar cualquier documentación que tenga que ver con Shell”.
(1) ORIGINAL
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