Comentario: Claudio Cardinali nos acerca 3 notas sobre la futura
jubilación y cómo encararla. Las mismas recogen comentarios recopilados y
compaginados de diferentes autores y quizás sirvan para quienes deben enfrentar
ese paso transcendental en su vida.
Es importante y sobre todo para quienes tienen casi como eje
exclusivo de su vida el trabajo, en nuestro caso la navegación, y de repente deben
pensar en encarar una nueva vida sin ese elemento fundamental.
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Aceptar y aceptarnos.
Debemos aprender a
aceptar que toda persona lleva dentro del chip el proceso del envejecimiento.
Este se activa al nacer y solo finaliza con la muerte.
Para muchos, llegar a
ser adultos mayores es motivo de ansiedad.
Mucho del temor que
genera la idea del envejecimiento tiene que ver con el miedo a lo desconocido,
sobre todo en una sociedad que valora tanto lo joven y lo estético,
La gente suele
asociar la vejez con elementos negativos, pero es una etapa en la que la
experiencia, la sabiduría y la creatividad son muy útiles bajo la estimulación
adecuada.
Un individuo que vive la tercera edad a plenitud es una persona relativamente sana, que se siente productiva y autónoma, que cuenta con mecanismos para satisfacer sus necesidades emocionales e intelectuales y que practica un egoísmo saludable con respecto a cómo administra su tiempo y decisiones.
Es alguien que, así tenga ciertas limitaciones físicas, puede tener la entereza de conservar un papel activo en los contextos en los que se mueve.
Hay quien asocia vejez con pasividad, pero es importante defender el espacio personal.
Un individuo que vive la tercera edad a plenitud es una persona relativamente sana, que se siente productiva y autónoma, que cuenta con mecanismos para satisfacer sus necesidades emocionales e intelectuales y que practica un egoísmo saludable con respecto a cómo administra su tiempo y decisiones.
Es alguien que, así tenga ciertas limitaciones físicas, puede tener la entereza de conservar un papel activo en los contextos en los que se mueve.
Hay quien asocia vejez con pasividad, pero es importante defender el espacio personal.
Mientras las
condiciones lo permitan, lo ideal es que la persona mantenga la mayor autonomía
posible en su cuidado, el manejo de sus recursos y tiempo libre, en lugar de
ceder automáticamente su poder de decisión a los demás o subordinarse a lo que
otros esperan de él en función de su edad.
Una persona no pierde
por defecto su capacidad de amar, de relacionarse, de desarrollar proyectos con
la edad.
Sin una limitación
seria, la toma de decisiones no tiene por qué perderse con los años.
Cada quien conoce a una persona mayor a la que admira por la manera como ha manejado su vejez. Generalmente, se trata de un ser equilibrado, activo, que no ha permitido que su personalidad se desdibuje o que mantiene intacta la alegría de vivir. Uno podría tomar como modelo a ese adulto al que admira, tratar de identificar qué hizo para llegar a esa edad en esas condiciones y ver qué puede aplicar en sí mismo. En cierta medida, es ideal que uno pueda vislumbrar un poco, desde ahora, cómo le gustaría envejecer".
¿Cómo prepararse?
Cada quien conoce a una persona mayor a la que admira por la manera como ha manejado su vejez. Generalmente, se trata de un ser equilibrado, activo, que no ha permitido que su personalidad se desdibuje o que mantiene intacta la alegría de vivir. Uno podría tomar como modelo a ese adulto al que admira, tratar de identificar qué hizo para llegar a esa edad en esas condiciones y ver qué puede aplicar en sí mismo. En cierta medida, es ideal que uno pueda vislumbrar un poco, desde ahora, cómo le gustaría envejecer".
¿Cómo prepararse?
No estamos acostumbrados a pensar en la vejez porque
creemos que todavía falta mucho, pero a quienes llegan a esa edad sin ninguna
noción de cómo manejarla, les pega más. Lo
mismo puede pasar cuando las expectativas que tenían sobre sus condiciones
soñadas al envejecer no coinciden con su realidad.
Se recomienda hacer
un trabajo consistente en conocerse a sí mismo; esto permite descubrir cuáles
son los rasgos de personalidad y los recursos internos disponibles para salir
adelante aún en condiciones extremas o en ausencia de los seres queridos. Uno
podría, por ejemplo, dedicarse desde ahora a desarrollar otra actividad al
margen o no de su oficio de toda la vida.
Eso facilita que, si
se jubila o no puedo seguir trabajando en lo que he hecho siempre, pueda
dedicarme a otra cosa en la que también es bueno y obtener satisfacción y
porque no lucro de ello.
Del mismo modo, pasearse por las contingencias tampoco está de más. A veces una persona madura prefiere no pensar en qué haría si su pareja fallece o queda discapacitada, cómo se mantendría afectiva y económicamente si sus hijos se van del país o, incluso, qué podría hacer su familia si es uno el que ya no está, por ejemplo.
Del mismo modo, pasearse por las contingencias tampoco está de más. A veces una persona madura prefiere no pensar en qué haría si su pareja fallece o queda discapacitada, cómo se mantendría afectiva y económicamente si sus hijos se van del país o, incluso, qué podría hacer su familia si es uno el que ya no está, por ejemplo.
Por ello, es
aconsejable pensarlo, buscar opinión, charlarlo con total franqueza y
considerar con qué contamos en distintas situaciones, porque eso nos ayudara a
tener más claro qué medidas podemos ir tomando con miras a nuestra propia
tranquilidad.
Una de ellas es cuidar la salud. Aunque muchos asocian vejez con enfermedad, no necesariamente son sinónimas. Si bien hay patologías que escapan de cualquier control, también es mucho lo que se puede prevenir con consistencia en una buena alimentación y actividad física suficiente.
Una de ellas es cuidar la salud. Aunque muchos asocian vejez con enfermedad, no necesariamente son sinónimas. Si bien hay patologías que escapan de cualquier control, también es mucho lo que se puede prevenir con consistencia en una buena alimentación y actividad física suficiente.
Otro factor de
bienestar es buscar actividades o intereses que nos estimulen intelectualmente,
así como tratar de acrecentar nuestro círculo social más allá del familiar.
Toda persona que se aísla, es más propensa a deprimirse.
Ante el dilema de seguir trabajando hasta que el cuerpo aguante o parar, es un dilema que se debe abordar, pensar si queremos a nuestro cuerpo solo para trabajar, más actividad se asocia con más salud es verdad, pero actividad no es sinónimo exclusivo de trabajar, hay muchas más cosas para disfrutar con lo que resta de buena salud.
Ante el dilema de seguir trabajando hasta que el cuerpo aguante o parar, es un dilema que se debe abordar, pensar si queremos a nuestro cuerpo solo para trabajar, más actividad se asocia con más salud es verdad, pero actividad no es sinónimo exclusivo de trabajar, hay muchas más cosas para disfrutar con lo que resta de buena salud.
Si la persona aún
disfruta su profesión y puede cultivarla por otras vías, no tiene por qué
abandonarla. Pero ya no con las demandas que tiene al ser trabajador
activo.
El futuro es
impredecible, pero recordemos que siempre hay previsiones que podemos y debemos
tomar para tratar de llegar a esta etapa en las mejores condiciones posibles y
disfrutarla plenamente.
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