La vuelta al mundo en solitario de Laura Dekker
Aclaración: Esta nota fue reproducida por varios
medios y en mi caso lo copie de las páginas españolas: NAVEGAR.COM y ABSURVEYORS
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Hay hazañas difíciles de olvidar, como la protagonizada por Laura
Dekker entre 2010 y 2011, cuando realizó la vuelta el mundo en solitario a la
edad de 14 años en una embarcación de vela. Una experiencia así ha quedado
grabada en la historia de la navegación, por lo que es indispensable que en el
blog Navegar.com nos hagamos eco de
su periplo alrededor del globo, especialmente aprovechando la ocasión de que
Laura haya presentado la película de su odisea en Santander hace unas semanas.
Laura nació en un barco. Sus
padres, aficionados a la navegación a vela, la trajeron al mundo tras arribar en
Nueva Zelanda. Los primeros años de su vida los pasó en la cubierta de la
embarcación, marcando su carácter y su aptitud marinera. A los ocho comenzó a
forjarse un nombre en el mundo náutico participando en las primeras pruebas de
competición, donde comenzó a destacar como una diestra patrona al mando del
timón y gobernando las velas a su antojo. Con 13 años su pasión por la mar fue
más allá y expresó su deseo de completar la vuelta al mundo navegando en
solitario en una embarcación a vela. El interés de la chica se tropezó de
bruces con el escándalo y la alarma de varios sectores, siendo la justicia la
que puso freno a sus pretensiones.
Un juzgado de la localidad
holandesa de Utrecht (que aquí nos rememora a la disputa de las aguas de la
bahía de Algeciras) le retiró la custodia a Dekker, padre de Laura, quien tras
el divorcio previo se ocupaba de cuidar a la niña. Las razones esgrimidas por
el togado fueron la falta de experiencia y el deber de escolarización de la
joven. Para solventar el escollo Laura tuvo que hacer ver al tribunal que sus
capacidades y experiencias eran más que suficientes para alcanzar la meta
propuesta, a lo que sumó una embarcación mayor a la que inicialmente iba a ser
su casa durante un año.
Finalmente Laura embarcó en un
queche (velero de dos mástiles) de la casa Jeanneau con el nombre de “Guppy”.
11,5 metros de eslora para hacer la travesía más importante de su vida. Aunque
no acabó allí la polémica ni la presión judicial. Los tribunales procuraron
poner trabas a la aventura con el alegato del absentismo escolar de la chica
como razón para hacerla retroceder y cancelar el proyecto. No lo consiguieron y
el 21 de agosto de 2010 la joven partió
desde el puerto de Gibraltar con rumbo a las “islas afortunadas”. Cuatro
días después llegó a Lanzarote, donde la meteorología logró lo que no habían
conseguido los tribunales, dejar a Laura en tierra. La amenaza de huracanes en
el Atlántico hizo que Dekker tuviera que posponer unas semanas la continuación
de su viaje.
En noviembre de 2010 retomó el reto poniendo rumbo a Cabo Verde,
desde donde inició una navegación
loxodrómica de 2500 millas náuticas para llegar a Simpson Bay Lagoon, en el
Caribe (la calma chicha la obligó a hacer uso del motor durante dos
singladuras). Después de una breve visita a su casa para atender compromisos
publicitarios, cruzó el Canal de Panamá en abril de 2011. Tras las Galápagos
hizo escala en Tahití y Bora Bora. El puerto de Darwin, al norte de Australia,
le acercaba un poco más a la meta. El 27 de noviembre superó el cabo de Buena
Esperanza, poniendo proa de nuevo a Simpson
Bay, donde arribó el 21 de enero de 2012. Había navegado 518 días y completado una aventura mayúscula: la vuelta al mundo en solitario con tan
solo 14 años.
Testigo de aquella epopeya es la
película documental “Maidentrip”, galardonada con varios premios
internacionales y todo un aliento de ánimo para superar nuestros retos en la
vida.
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