Comentario.
Subimos una nota de la pagina de Nuestro Mar del 27/04/15
Los derrames de petróleo desde barcos y estaciones de extracción de crudo en mares, océanos y ríos son uno de los desastres medioambientales más graves en los que están implicadas las acciones del ser humano.
Hoy, 22 de abril, se cumplen cinco años de la segunda
mayor catástrofe de estas características en la historia, el hundimiento de la Deepwater Horizon, una
plataforma petrolífera semisumergible construida en 2001, propiedad de
Transocean, arrendada a BP (British Petroleum) y localizada en el Golfo de
México y que compartía este país con Estados Unidos y Cuba, a causa de una
explosión. A la pérdida de once vidas humanas hay que sumar los penosísimos
daños por la marea negra al ecosistema de las marismas del Misisipi, hogar de
400 especies animales protegidas, de los pantanos de Louisiana, de cerca de mil
kilómetros de litoral e incluso del fondo marino, pues el derrame se produjo
desde una tubería que se encontraba a gran profundidad, bajo las aguas del Atlántico.
Las catástrofes petrolíferas a
lo largo de la historia
Como es lógico, los derrames de petróleo durante la extracción, el
transporte o su uso como combustible naval se llevan produciendo desde que
comenzamos a usarlo industrialmente, existen más de 300 registros sobre
desastres petrolíferos de mayor o menor importancia desde 1948, al menos 130 de
ellos graves a partir de 1960, desde que el buque Sinclair Petrolore vertió
cerca de 70.000 toneladas de crudo frente a las costas de Brasil. En al menos 12 de estos desastres, el
vertido superó las 100.000 toneladas.
Según Greenpeace, unos 5 millones
de toneladas de petróleo acaban en el mar cada año, y sólo el 10% proceden de
accidentes de petroleros.
1. En el Golfo Pérsico se arrojaron deliberadamente alrededor de
1.800.000 toneladas de crudo durante la guerra, en enero de 1991. El vertido
causó un perjuicio colosal a la fauna del Golfo, sobre todo en las zonas
lindantes con Kuwait e Iraq.
2. En el Golfo de México, el ya relatado hundimiento de la plataforma
Deepwater Horizon en abril de 2010. Las estimaciones del vertido son cercanas a
las 780.000 toneladas de petróleo. Al menos 130 desastres petrolíferos graves
han ocurrido desde 1960
3. También en el Golfo de México, el pozo exploratorio de petróleo Ixtoc
I experimentó un reventón en junio de 1979 y unas 530.000 toneladas de crudo se
derramaron en el océano. Las costas mexicanas de Campeche, Veracruz, Tabasco y
Tamaulipas y las de Texas, en Estados Unidos, se contaminaron, y miles de crías
de tortuga golfina tuvieron que ser rescatadas.
4. En el mar Caribe, los petroleros Atlantic Empress y Aegean Captain
colisionaron en julio de 1979 frente a las costas de Tobago, cerca de
Venezuela, y se produjo el derrame de casi 290.000 toneladas de petróleo. No se
realizaron estudios científicos sobre las consecuencias de la catástrofe.
5. En el valle de Fergana de Uzbekistán, en marzo de 1992, desde un pozo
petrolífero del campo de Mingbulak se derramaron cerca de 290.000 toneladas de
crudo. Se trata de la peor catástrofe petrolífera de la historia de Asia;
millones de personas se vieron afectadas porque la agricultura de la zona fue
destruida, así como infinidad de aves.
La película de petróleo que se crea sobre la superficie del agua
entorpece la entrada de luz que requieren las algas para realizar la
fotosíntesis, debido a lo que muchas pueden morir, como los arrecifes de coral
que viven en simbiosis con ellas. Cuando avanza la contaminación, los
componentes tóxicos del petróleo, además de acabar con la vida de gran número
de especímenes del ecosistema marino, provocan daños en su sistema reproductivo
y alimentario, de modo que se trastorna gravemente el funcionamiento normal y
saludable de su hábitat.
La contaminación aumenta a lo largo de la cadena trófica o alimentaria,
desde las praderas marinas, pasando por los herbívoros que viven de ellas hasta
los carnívoros que se los comen, que a su vez consumimos nosotros.
Las aves manchadas de crudo se quedan sin el aislamiento que el aceite
natural de sus plumas les proporciona y mueren de hipotermia, o ingieren
tóxicos al tratar de limpiarse. Las tortugas, delfines, ballenas y otros
animales que necesitan subir a la superficie para respirar pueden sufrir una
obstrucción de sus vías respiratorias. Moluscos como los mejillones, las ostras
y las almejas mueren porque se alimentan de la filtración del agua que se
contamina.
Si el derrame de petróleo no es descomunal, quizá en una década o dos el
ecosistema esté recuperado. Pero si la agresión se produce en el fondo del mar,
la recuperación puede tardar cerca de un siglo. Hoy, día del quinto aniversario
del hundimiento de la Deepwater Horizon, una mancha de crudo procedente del
pesquero ruso hundido Oleg Naydenov se extiende en las aguas del Atlántico no
lejos de Canarias. Esperemos que la naturaleza se recobre pronto de esta última
catástrofe. (Hipertextual)
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