9 de octubre de 2018

Amerita un debate una inversión de US$ 1.600 millones en un contexto de crisis y deuda creciente ¿o no?


            Comentarios: cada día uno se desayuna con noticias que originan como mínimo grandes controversias, porque cada decisión política altera la economía, es decir hay ganadores y perdedores, aunque maquillados pueden parecer significar otra cosa.

El titulo de la nota del Sr Antonio Zuidwijk es:
Por qué el plan de modernización del puerto de Buenos Aires debe ser debatido.

            Pero me tome el atrevimiento de presentarlo con un titulo quizás mas concreto, porque aun siendo un tema poco conocido por mí, se que significa en lo inmediato ganadores y perdedores y condicionamientos futuros de la economía y desarrollo del país.

            La nota publicada por TRADE NEWS y el espacio dedicado por el portal de NUESTRO MAR son valiosos y la lectura atenta nos indica con toda claridad la importancia del tema.

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Por qué el plan de modernización del puerto de Buenos Aires debe ser debatido.

Por Antonio Zuidwijk 3 octubre, 2018 8 comentarios

Sí, debate.

El plan de modernización del Puerto de Buenos Aires –y el propio puerto– es tan importante que no puede no ser ampliamente debatido.

            ¿No amerita un debate una inversión de US$ 1600 millones en un contexto de crisis y deuda creciente?

            ¿No lo amerita también el hecho de que áreas actuales, usadas para contenedores y de bajo costo, puedan adaptarse a las necesidades futuras del puerto (cuando está tomada ya la decisión de pasarlas a la Ciudad para propósitos inmobiliarios y para el desarrollo de la industria de cruceros)?


            ¿No merecía debatirse el pase ya realizado a la Ciudad de tierras portuarias, donde hay 3 depósitos fiscales, que están en la mejor posición posible para hacer eficientes las cadenas logísticas? ¿No debía tratarse públicamente que el traslado de estos depósitos se harían a una zona cercana al Mercado Central? ¿No debía preverse que las cargas atravesarán dos veces las ciudad con este traslado?

            ¿No hubiera sido prudente que la comunidad logística y portuaria se expidiera sobre los terrenos ferroviarios (ex empalme Norte) que se vendieron para la construcción de torres?

            ¿Hubiera sido muy irrelevante tratar la conveniencia de la demolición de los elevadores de granos (de los más grandes del mundo, y considerados monumentos históricos) con los altísimos costos que implica, sólo para usar ese espacio por un par de años, hasta que se finalice el relleno de la dársena exterior? ¿No puede pensarse en un reacondicionamiento y reutilización, con costos menores (como se hizo con los elevadores de Puerto Norte, en Rosario, y en el puerto de Santa Fe)?

            ¿No merece un llamado de atención que se hubiera comenzado con el relleno (usando los escombros del Paseo del Bajo) antes de que se licitara el estudio de impacto ambiental (que todavía no se hizo), y sin evidencias de que los escombros estén formando la base necesaria para servir a un nuevo puerto de contenedores dentro de 6 o 7 años?
   
            ¿Por qué se descartaron todos los planes realizados en la Fundación Pensar sin someterlos a un debate?

La Fundación Nuestromar dedicó un espacio exclusivo para tal fin, hace muchos años ya, y quien suscribe hace ya 11 años dedica un blog con mucha información al respecto, porque desde la publicación del libro “Contenedores, buques y puertos: partes de un sistema de transporte”, impreso en 2000, los cambios fueron muchos y muy vertiginosos. Para que el libro no quedara desactualizado, se armó el blog.

     Consultas incipientes
En 2010 acepté una convocatoria a participar del grupo de trabajo de la entonces Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, que conducía Ricardo Luján, para redactar otro plan igualmente necesario: “El sistema de navegación troncal”.

En 2011, y con el mismo interés por debatir ideas, acepté integrar el think tank de la Fundación Pensar, impulsada por el entonces candidato a presidente Mauricio Macri, donde cooperé en 2011, y luego entre 2013 y 2015.

En enero de 2016, el designado subsecretario de Puertos y Vías Navegables de la Nación, Jorge Metz, me invitó a formar parte del Consejo Consultivo. Se hicieron apenas tres reuniones. En abril de ese año, a los 5 invitados originales nos informaron que el Consejo no se volvería a reunir.

Como creo que es indispensable que la comunidad opine sobre las necesidades actuales y futuras , continué enviando correos electrónicos durante todo 2016 con consejos a los que habían participado de las reuniones del Consejo Consultivo. Entre ellos estaba incluido el interventor de la Administración General de Puertos (AGP), Gonzalo Mórtola.

     Fin del debate
En diciembre de 2016, Mórtola me envía un correo electrónico, informándome oficialmente que el Consejo Consultivo creado por Metz había terminado, sin brindar mayores detalles.

Como es de conocimiento del sector, continué aconsejando. Insté de una y mil maneras a someter a debate el “Plan de Modernización del Puerto de Buenos Aires” confeccionado por la AGP. Debate o mesa redonda de expertos.

Justamente, una mesa redonda de estas características tuvo lugar en abril de 2017, convocada nuevamente por la Subsecretaría de Puertos. Se invitó incluso a Olaf Merk, coordinador de Puertos y Shipping, del Foro Internacional del Transporte (ITF) de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

No obstante, los resultados de esa mesa redonda no fueron los esperados por el Gobierno.

     Preguntas y respuestas
Sin embargo, no dejé de insistir en un debate público. Una oportunidad se dio en el seminario que organizó el Centro de Navegación Argentina en el marco de Expo Logisti-k, donde expuso el arquitecto Ramiro López Saubidet, gerente Coordinador de Gestión Operativa de la AGP, el 20 de septiembre pasado. Le realicé dos preguntas.

La más importante de las dos fue muy corta. Merecía sólo un sí o un no como respuesta: ¿No merece un debate un plan de US$ 1600 millones de inversión?

Las preguntas que realizo son sólo en defensa de los intereses de todos los que quieren que Buenos Aires tenga efectivamente un puerto competitivo. Ni siquiera pretendo participar en un eventual debate. No tengo intereses particulares en esto. Puedo hablar, sí, porque considero que tengo experiencia en el tema, y porque siento que es mi deber como inmigrante.

Mis preguntas e insistentes pedidos de debate son considerados SPAM. Mis preguntas no tienen respuestas, salvo por el muy desagradable mensaje del señor Mórtola recibido días atrás.

El autor es experto de temas de shipping, puertos y transporte intermodal. Durante 50 años trabajó en empresas pioneras de la actividad, tanto en navegación fluvio-marítima (Agencia Marítima Dodero), como del transporte de contenedores (Moore McCormack Lines) y de terminales portuarias (Grupo Murchison).



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