Soy Marino Mercante y en general escribo poco y solo cuando es necesario.
Sin duda, tengo en mi vida muchas aventuras ya que soy un viajero, bohemio, inquieto y marino mercante; a los 19 años me traje un velero desde Florianópolis a Buenos Aires solo con compás, pinula y vhf. Hice la Escuela Nacional de Náutica en máquinas porque venía de un industrial y tenía un tío que era maquinista en ELMA. A mis 15 años, me mostró los barcos mercantes por dentro y su Sala de Máquinas y quedé absolutamente fascinado. Ejercí la profesión en Argentina hasta 1996, ya cómo Maquinista Naval Superior. Luego salí por el mundo a seguir mi camino en mi propio barco, que lo había construido con mucho sacrificio y esfuerzo durante cinco años, después de cursar y obtener la licencia de Piloto de yate en la PNA.
Eso me hizo conocer y ver realidades de otros países. Me sentí obligado a deambular por el exterior ya que en Argentina habían destruido la marina mercante. Las circunstancias me transformaron en un Pirata más, teniendo que rebuscármela como pude.
Bueno, sabes la historia de nuestra marina mercante, no hace falta contarla.
El tema fue que al ver la degradación de nuestra industria, seguí mi pasión por los yates y veleros, cambiando así el estilo de barcos en los que navegar y trabajar. Conocí una actividad nueva que es la industria de los yates y megayates tanto veleros como solo a motor. Ahí fue que me introduje de cabeza a esa industria primero en veleros y luego en yates y megayates, también tuve la oportunidad de presentar a muchos colegas a ese ámbito donde hoy la mayoría continúan navegando e hicieron toda una carrera. Y me di cuenta lo profesionalizado que está ese ambiente y lo bien pagado que es.
La diferencia era que no había muchas vacaciones y los contratos eran anuales en aquellos tiempos, ahora de a poco está entrando un sistema de rotación que depende el yate y la posición.
Así que era cosa para apasionados de ese trabajo.
Como dije, anduve por el mundo unos 20 años cómo marino sin echar raíces en ningún lado, ya que siempre Argentina es mi lugar.
Volví en el 2015 pensando que estábamos bien. Retomé mi profesión en los buques mercantes para hacer mis últimos años y poder jubilarme, pero lamentablemente la marina mercante volvió a empeorar y degradarse. Un ofrecimiento de trabajo en el extranjero que no pude rechazar, me llevó nuevamente a la aventura!
Firma: Pierre el argentino de mares y océanos.
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