Presentación:
La nota del viaje del Bahía Buen Suceso a las islas Georgias del Sur menciona al empresario Constantino Davidoff. Un colega que navegó en un barco de ese Sr. nos envía algunos apuntes de su experiencia pescando cables submarinos de comunicaciones en el Atlántico, en el Trebol barquito de 60 metros de eslora, botado en 1946 en Campana por el Astillero: Talleres Metalúrgicos Navales Anglo Argentina, y la data no aclara si fue construido o reparado en esa ocasión.
Al final algunos enlaces de buques cableros actuales.
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“Davidoff era un empresario griego Chatarrero, que tuvo un barco Pirata llamado Trébol que era tan viejo que en 1977 era uno de los últimos buques con corriente continua, recuerdo que en el primero de los dos viajes que hice, al bajar a conocer la Sala Máquinas explotó un fusible del tablero principal y una bola incandescente salió despedida y me rozó la cabeza.
Esa fue mi bienvenida al precario TREBOL.
Este Armador tuvo varios patachos para pescar cables submarinos fuera de uso, pero eran cargueros, no cableros y los llamaban así por la función que cumplían. Por ejemplo pescamos el primer cable submarino de comunicaciones entre Europa y Argentina.
Navegábamos desde la zona del Rio de La Plata hasta Cabo Frio, allí por la profundidad se hacía muy pesado y cortaba el cable de pesca
En la proa tenía un motor Diesel que accionaba un malacate, que arrastraba un cable y a modo de anzuelos un par de grampines. Con la pericia del Capitán, las indicaciones precisas de antiguas cartas inglesas que señalaban la posición exacta del cable y el buque que avanzaba zigzagueando, se conseguía enganchar el cable que se buscaba.
Se lo comenzaba a levantar, se lo mantenía a flote con unos tambores y así se lo iba levantando por tramos. En cubierta los marineros lo cortaban para poder estibarlos y luego se lo procesaba en un galpón de Avellaneda, donde se separaba el cobre y el aislante, todo se vendía.
Esa tarea se pudo realizar hasta casi Cabo Frio, pero allí por la profundidad se volvía muy pesado y cortaba el cable.
Todo era muy en el límite y lo mas duro fueron los temporales en Santa Catarina donde se sufría la falta de estanqueidad y quedábamos dependiendo de Dios.
Para algunos equipos eléctricos teníamos un convertidor que se fundió en la zona de Rio de Janeiro, y entonces fondeamos en la Bahía de Guanabara.
Imaginen el aspecto que tendríamos, el buque y una tripulación de todos los pelajes donde se destacaban un estrafalario marinero y un perro empetrolado por los restos de brea de los cables, ambos eran para nosotros el Linyera y Diógenes. Entonces los brasileros nos gritaban con razón que éramos un “navio vagabundo".
Ahí si cada viaje era una "aventura marítima”
Eduardo González
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Se agradece la colaboración de los colegas de la página Histarmar por aportar datos importantes que facilitaron armar esta historia.
ENLACES:
Vigo centro de la comunicacion submarina
El 98% del tráfico internacional de Internet circula a través de cables submarinos de fibra óptica. El mayor proveedor mundial de este servicio es Google, con 14 cables que suman más de 112.000 kilómetros bajo el agua. En 2022 la compañía americana pondrá en funcionamiento el Grace Hopper, un nuevo cable que conectará España con Estados Unidos y Reino Unido. Y aunque esto pueda sonar novedoso, la verdad es que tenemos que mirar casi 150 años hacia atrás en el tiempo para encontrar el primer cable submarino de comunicaciones que unió nuestro país (España) con Reino Unido, ya que en 1873 la compañía inglesa Eastern Telegraph Company, conocida popularmente en Galicia como el Cable Inglés, conectó Porthcurno (en el sur de Cornualles) con Vigo.
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