Traducción de Javier Ortega Figueiral:
Con cuatro palos, 21 velas y 115
metros de eslora, el “Star Clipper” es un majestuoso barco que opera para una
compañía dedicada a realizar cruceros exclusivamente con barcos tipo clipper.
Sus viajeros, que no turistas al uso, tendrán hoy unas horas para disfrutar de
Palamós.
El hecho de que actualmente tres
barcos idénticos a los que dominaban las rutas comerciales en el siglo XIX
sigan surcando los mares comercialmente, viene de la idea infantil de un empresario sueco, Mikael Krafft, que ya
soñaba cuando iba a la escuela con poder recuperar la antigua forma de navegar,
de la que estaba enamorado gracias a la lectura
de un buen número de libros de náutica y aventuras.
Como algunos sueños acaban
convirtiéndose en realidad, Krafft creó su empresa a finales de los 80 con la
idea de construir nuevos buques, rechazando finalmente la posibilidad de
recuperar antiguos clippers por su práctica desaparición y también por los
costes que conllevaría adaptar veleros con más de 100 años de antigüedad a las
exigencias técnicas y de seguridad actuales. Así, encargó dos barcos gemelos en
unos astilleros de Gante, en Bélgica, que fueron botados en 1991 como Star Flyer
y en 1992 como Star Clipper. Ambos fueron los primeros clippers fabricados en
90 años que recibíeron el certificado de buque de pasajeros para el exigente
registro internacional de la Lloyd 's.
Lo que el armador quiso desde mucho
antes de definir el diseño de los barcos, era que éstos fueran una total
contraposición a la tendencia actual de hacer los grandes barcos-hoteles, con
una eslora, número de puentes y capacidad cada vez más grandes, pero a la vez
con tendencia a la despersonalización de los viajes marítimos.
Así, los dos veleros gemelos tienen
115 metros de eslora y 15 de manga. Pueden llevar hasta 170 pasajeros que son
atendidos por una tripulación de 75 personas, una de las proporciones
pasajero-tripulante más altas del mercado, que hacen posible un ambiente más
propio de un yate privado que de un crucero convencional por lujoso que pueda
ser.
La decoración del “Star Clipper” es
exquisita, con obras de arte decorando paneles y zonas nobles de las diferentes
cubiertas, un comedor muy marinero con turno abierto para todos los pasajeros y
un bar tropical que se divide entre espacio al aire libre y el interior. También
hay una librería eduardiana (un estilo que viene a ser una modernización de
ciertos aspectos decorativos medievales y paralelo al llamado 'Luis XVI ') e
incluso tiene chimenea.
En cuanto a la acomodación a bordo,
hay seis tipos de cabinas, que van desde los 30 a los 50 m2, a lo que hay que
añadir el espectacular suite del armador ' de 90m2, que suele ser una de las
que primero se venden en todos los viajes. El entretenimiento en este tipo de
barcos mientras están navegando es limitado, pero es precisamente eso lo que
buscan los clientes de esta marca, connaisseurs de este estilo y que en un 65
por ciento de los casos son ya repetidores de los viajes a bordo de los
clippers.
La navegación se vive con
intensidad, e incluso se puede colaborar voluntariamente en algunas tareas
junto a la oficialidad. Una de las vivencias más intensas que se pueden tener
es ser izado hasta la parte más alta de los mástiles para vivir momentos que
muchos definen como de "fuera de este mundo" al sentir el viento a
bordo de un velero por encima de las velas y una altura considerable respecto
al mar.
Paisajes espectaculares
Cuando llega a diferentes puertos o
queda fondeado en alguno de los espectaculares parajes que la compañía tiene
acostumbrados a sus clientes, la actividad náutica se sigue desarrollando con
los medios de que el clipper dispone: canoas, kayaks, vela ligera o motos de
agua de uso libre para todos los que estén interesados .
Coincidiendo con la escala en
Palamós, se programarán las clásicas excursiones a diferentes puntos de la
provincia, aunque la compañía, sabedora del espíritu independiente de sus
clientes, hace una serie de recomendaciones para que éstos vayan a su aire
durante las horas que el buque esté en el puerto: en un pequeño folleto que
está a disposición de todos los pasajeros, se informa de los horarios de
comercios, bancos y restaurantes de la ciudad y otros pueblos de la costa, los
clubs de golf mas cercanos al puerto con los precios de los green fee, las
playas más cercanas y las calas más recomendables para darse un baño, aun
reconociendo que a estas alturas de la temporada lo de meterse en el agua ya
queda a criterio de cada uno, más teniendo en cuenta la edad media de los
viajeros. Incluso se señala donde está la oficina postal, una curiosidad en estos
tiempos de Internet, medio que evidentemente también está disponible a bordo:
no hay que dejarse engañar por el aspecto del barco, ya que está dotado de los
últimos avances en todas sus estancias, desde el puente de mando en los salones
o la más pequeña de las cabinas.
Cuando oscurezca, el Clipper se
despedirá de la Costa Brava y prácticamente del Mediterráneo, ya que pondrá
rumbo hacia el Atlántico: Barcelona, Andalucía, Portugal, Gran Canaria y desde
Las Palmas pondrá proa hacia Philipsburg , en las Antillas holandesas, tras
pasar 12 días cruzando a vela el Océano, toda una experiencia .
Esta será la última visita de un
velero de cruceros de la temporada 2013, aunque todavía quedan cuatro escalas
más, programadas hasta el nueve de noviembre.
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