Cesar Lerena - 19 febrero, 2019 Zona Militar
Comentarios: Copio y pego una nueva Nota del Dr. César
Augusto Lerena y es tan interesante e ilustrativo su artículo, que basta
resaltar algunos párrafos para entender la importancia de la PESCA ILEGAL y de
la necesidad de una lectura atenta a toda la Nota.
"... Prefectura detuvo un total de 76 buques que
pescaban sin autorización dentro de la ZEEA..."
"...Desde 1983 a 2018 la Prefectura detuvo un
promedio dos buques pesqueros extranjeros por año que pescaban en aguas
argentinas. Ello parece absolutamente insuficiente en atención a los entre 250
y 500 buques extranjeros que pescan en el Atlántico Sudoccidental..."
Foto de la pagina Zona Militar
"... catorce fueron coreanos; once taiwaneses;
once chinos; once españoles; ocho japoneses; siete uruguayos; dos polacos,
rusos, británicos, ucranianos y, los restantes seis pesqueros de Alemania,
Panamá, Venezuela, Chile, Ghana y Belice..."
"... la inoperatividad argentina ante los buques
de España, el mayor usuario de las licencias británicas pesqueras ilegales de
Malvinas..."
"...Un buque potero en una campaña captura unas
2.000 toneladas de calamar, así, que a un promedio de 2.300 U$S/tn nos da unos
4,6 millones de dólares, lo que demuestra las multas insignificantes en el caso
que se apliquen. Un cálculo conservador nos indicaría que en forma anual la
pesca extranjera captura por un valor de 2.000 millones de dólares..."
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¿Quién instruye a la Prefectura
en un mar sin control?
El pasado 25 de enero el periodista Andrés Klipphan, en Infobae, nos
relató que la Prefectura Naval Argentina había actuado ante buques pesqueros
coreanos, taiwaneses y chinos, a los que califica como los mayores depredadores
de la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA). Refirió, en su artículo, a lo
ocurrido con el pesquero chino “HU SHUN YU 809″ -que operaba tres millas dentro
de las 200- que fuera detenido por el guardacostas “Prefecto Derbes”, a la
altura de Bahía Camarones, en la provincia de Chubut,
La milla 201 -dice Klipphan- «suele convertirse, por su riqueza en
especies, única en el planeta, en una verdadera ciudad nocturna con hasta más
de 500 pesqueros. Cuando alguno de ellos ingresa a la ZEEA, es dónde actúa la
autoridad nacional. A lo largo de su historia como policía, Prefectura detuvo
un total de 76 buques que pescaban sin autorización dentro de la ZEEA y, de
ese total, catorce fueron coreanos; once taiwaneses; once chinos; once
españoles; ocho japoneses; siete uruguayos; dos polacos, rusos, británicos,
ucranianos y, los restantes seis pesqueros de Alemania, Panamá, Venezuela,
Chile, Ghana y Belice. En los últimos años, la mayoría de los buques
contraventores son de bandera china y no pertenecen a empresas privadas, sino
al gobierno de ese país (o mixta) y también españoles».
El 21 de febrero del año pasado el buque “JIG YUANG
626” de bandera china se fugó a la persecución del Guardacostas GC PNA-24
Mantilla, al igual que otros cuatro poteros de igual nombre y números 608, 616,
618 y 628 que huyeron hacia la zona de Malvinas, solicitándoles por tal motivo la captura
internacional. La empresa Yantai Jinyuan Fisheris propietaria del “626”
finalmente abonó la multa y gastos por una cifra cercana a los 8 millones de
pesos. Luego el 4 de abril la Prefectura detuvo al pesquero español “Playa de
Pesmar Uno”, con una carga de 350 toneladas de pescado procesado por un valor
de 684 mil dólares, por lo que se le aplicó una multa de 7,5 millones de pesos,
más 342 mil pesos de gastos. «Por estas acciones de preservación de la ZEEA, en
2018, la fuerza de seguridad decomisó 327 toneladas de pescados y, la
Subsecretaria de Pesca, impulsó multas por unos 20 millones de pesos».
Sinceramente, para el lector desprevenido podría tratarse de una gran
acción de la Prefectura y la Subsecretaría para cuidar nuestros intereses, pero
deberíamos analizar en más detalle algunos datos: Desde 1983 a 2018 la
Prefectura detuvo un promedio dos buques pesqueros extranjeros por año que
pescaban en aguas argentinas. Ello parece absolutamente insuficiente en
atención a los entre 250 y 500 buques extranjeros que pescan en el Atlántico
Sudoccidental, que nosotros consideramos ilegales -por las razones que
veremos- ya sea que pesquen dentro de la ZEEA o, fuera de ella.
Las multas colocadas en 2018 parecen muy por debajo de
lo razonable para desalentar futuras pescas ilegales. Solo al potero chino “626” que escapó y, cuyo
titular, finalmente abonó unos 8 millones de pesos, seguramente le hubiese
correspondido una multa de 10 millones de pesos, más un valor estimado por un
potencial decomiso de la bodega completa de 47 millones de pesos, es decir,
bastante más de lo que pagó.
Otro tanto ocurre con el buque español, donde no se especifica, si se le
decomisó la captura, pero de no ser así, se le hubieran regalado unos 27
millones de pesos, ya que según el Art. 47º de la ley 24.922 se presume que
todo lo pescado fue dentro de la ZEEA.
Pero, para evaluar la gravedad de las sanciones, deberíamos tener en
cuenta tres escenarios:
a) el primero, si el buque extranjero pesca sin licencia debería
aplicarse el máximo de la pena según establece la ley;
b) el segundo, si el buque extranjero pesca con licencia inglesa dentro
de la zona de exclusión pesquera británica ilegal alrededor de Malvinas (FOCZ),
es decir dentro de la ZEEA, es una falta grave y, debería aplicarse la máxima
pena más alguna accesoria. Ello es posible establecerlo ya que Prefectura y la Subsecretaría
de Pesca tiene la característica del buque licenciado y su capacidad de bodega
y,
c) el tercero, si con licencia británica pesca fuera de esa Zona de
Exclusión (FOCZ) en la ZEE bajo control de Argentina o adyacente a ésta. Esto
supone una falta gravísima, ya que el R.U. ocupa y pesca en forma prepotente la
zona de exclusión pesquera alrededor de Malvinas (FOCZ) y accesoriamente va más
allá, cuando los barcos licenciados ilegalmente por el R.U. pescan en la ZEE
controlada por la Argentina o, los recursos migratorios o asociados de ésta. Es
decir, que a través de estos buques licenciados el R.U. amplía la zona de invasión
inglesa en el territorio marítimo argentino. En este caso correspondería la
aplicación de una multa y el decomiso del buque y las materias primas
capturadas.
Al buque chino “809” con 600 toneladas de calamar en bodegas no sabemos
que multa se le colocó, pero, en cualquier caso, entre multa y decomiso debiera
ser del orden de los 47 millones de pesos. Por cierto, estos procesos de
control de la bodega, decomisos y multas deben garantizarse para evitar
procesos de corrupción a la hora de pagar más o menos y/o decomisar más o
menos.
Que la Prefectura Naval Argentina solo haya capturado un promedio de dos
buques por año, podría atribuirse a incapacidad; falta de medios para actuar en
forma permanente los 365 días al año, en especial por la particularidad de que
el calamar se captura de noche; o, a una decisión política del gobierno de
hacer la vista gorda cuando se trata de buques chinos, donde el gobierno es
soja dependiente y recibe diversas inversiones de ese Estado. Llama mucho la
atención, la inoperatividad argentina ante los buques de España, el mayor
usuario de las licencias británicas pesqueras ilegales de Malvinas que, a
su vez, es un beneficiario insignificante en las aguas de Gran Bretaña.
A esta altura debemos observar, que la Subsecretaría de Pesca y la
Prefectura Nacional tienen un concepto erróneo, respecto a que tienen que
controlar las capturas de los buques extranjeros hasta la milla 200 y no pueden
hacerlo desde la milla 201, ya que, conforme el art. 4º de la Ley 24.922
debieran hacerlo en toda la extensión de nuestra plataforma continental
argentina (350 millas) que va más allá de las 200 millas de la ZEEA y, como
también lo indica este artículo, en su condición de estado ribereño, «podrá
adoptar medidas de conservación en el área adyacente a la ZEE sobre los
recursos transzonales y altamente migratorios, o que pertenezcan a una misma
población de especies asociadas a las de la ZEEA», situación que dejó claro al
ratificar la CONVEMAR (Art. 2º). Lo mismo aplica, para la protección de los recursos
que migran a la ZEEA que ocupa ilegalmente el R.U., donde la Argentina, debería
-al menos- aplicar el criterio de precaución y accesoriamente aplicarles multas
en función de las bodegas disponibles de los buques que operan sin permiso
argentino en esa área.
Un buque potero en una campaña captura unas 2.000
toneladas de calamar, así, que a un promedio de 2.300 U$S/tn nos da unos 4,6
millones de dólares, lo
que demuestra las multas insignificantes en el caso que se apliquen. Un cálculo
conservador nos indicaría que en forma anual la pesca extranjera captura por
un valor de 2.000 millones de dólares y eso supera todas las exportaciones
pesqueras anuales de Argentina, lo que demuestra el daño gravísimo que esta
pesca ilegal causa a la actividad, que podría duplicar sus ingresos y triplicar
el empleo nacional.
Aunque es difícil medir el daño al ecosistema, es fácil entender
que este ocurre, porque hay un millón de toneladas/año que se pescan sin
control y, mientras Argentina establece la Captura Máxima Permisible Anual en
la ZEE, fuera de ella y sobre los recursos migratorios y asociados no hay
control. Ello, no solo es importante por la pesca en sí, sino por cómo impacta
biológicamente esa pesca en los recursos que captura Argentina, ya que el
ecosistema es uno, indivisible. Por supuesto, no computamos aquí los descartes
en alta mar y los que se realizan en la ZEEA.
¿Quién instruye y le da los equipos necesarios a la Prefectura para
apresar a todos los buques extranjeros que pescan ilegalmente en la ZEEA y
adyacente y, a la Subsecretaría de Pesca para que aplique multas ejemplares,
que sostengan el control y, desalienten, el robo de nuestro patrimonio
nacional?
Dr. César Augusto Lerena
Experto en Atlántico Sur y Pesca, ex Secretario de Estado, ex Secretario
de Bienestar Social (Ctes) ex Profesor Universidad UNNE y FASTA, Asesor en el
Senado de la Nación, Doctor en Ciencias, Consultor, Escritor, autor de 24
libros (entre ellos “Malvinas. Biografía de Entrega”) y articulista de la
especialidad.
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